Adiós a la cruz franquista
La Ràpita actuará por fin en el monumento erigido medio siglo atrás en uno de los miradores más visitados del Delta
Sant Carles de la Ràpita
Hace un año, a partir de la denuncia realizada por un historiador local, algunos medios de comunicación de la zona, y también La Vanguardia, explicaron que en un mirador turístico de Sant Carles de la Ràpita (Montsià), con vistas privilegiadas sobre el delta del Ebro, permanecía inalterable un monumento levantado en pleno franquismo para rendir homenaje a los vencedores de la Guerra Civil. La noticia coincidió con el agrio debate abierto en torno al referéndum por el monumento franquista de Tortosa, en el río Ebro. Entonces, el alcalde de la Ràpita, Josep Caparrós (ERC), explicó que el Memorial Democràtic de la Generalitat no tenía registrados como símbolos franquistas ni la cruz ni el Cristo del Sagrado Corazón, incrustados por el régimen en una torre medieval.
El monumento, conocido en la Ràpita como lo Santet, se ha convertido con los años en un elemento emblemático para los vecinos, despojado de su simbología fascista. “Sí es cierto que se hizo en época de Franco, pero no hay ninguna placa conmemorativa ni de ensalzamiento del franquismo”, añadió hace un año el alcalde, dejando el caso en manos del Memorial.
La presión mediática siguió, preguntando también a la Generalitat por qué no estaba catalogado como un símbolo franquista un conjunto monumental construido en 1965, como consta en la documentación de la época, “como homenaje, admiración, respeto y cristiana memoria a los caídos por Dios y por España”. Y tanto runrún ha tenido al fin su efecto. El Memorial Democràtic ha dictaminado ahora que la cruz es sin ninguna duda un símbolo franquista. El Cristo queda, en cambio, indultado. El Ayuntamiento asegura que acatará el dictamen y retirará la polémica cruz.
El gobierno municipal quiere asegurarse, previa consulta al Departament de Cultura, que la catalogación del monumento como bien cultural de interés local (BCIL) no interfiere en la resolución del Memorial. “Yo entiendo que la cruz no forma parte del bien patrimonial y, por lo tanto, en cumplimiento de la ley de la memoria histórica, procederemos a la retirada de la cruz”, explica el alcalde. El popular mirador de la Torreta, lo Santet para sus vecinos, perderá su cruz.
La ley obliga a las administraciones públicas a actuar para retirar símbolos franquistas. El dictamen del Memorial Democràtic es tajante: el monumento se erigió para celebrar la victoria del bando franquista. Pere Manel Martín, el historiador local que hizo campaña para dar a conocer el origen del monumento, se siente satisfecho. “Es una buena noticia porque hasta hoy el Ayuntamiento había sido un poco ambiguo, porque no sabía muy bien cómo actuar, y esperaba la resolución del Memorial”, destaca.
El Consistorio tranquiliza a los vecinos asegurando que la Torreta de la Guardiola seguirá siendo un “magnífico mirador turístico” y su Santet un “espacio emblemático para los rapitencs”.
La presión mediática ha sido clave para que el Ayuntamiento y el Memorial Democràtic hayan decidido intervenir