El cambio en las PAU obliga a replantear el plan de estudios a 4 meses del examen
Los directores de centros preparan una carta de protesta a la Administración
A cuatro meses de las pruebas de acceso a la universidad (PAU), los institutos catalanes se ven obligados a replantearse el plan de estudios y reforzar a los alumnos de 2.º de bachillerato que se enfrentarán a aquellas materias que entran ahora en los exámenes que se celebrarán el 13, 14 y 15 de junio. “Es una vergüenza absoluta que los alumnos paguen los platos rotos por las peleas entre el Govern y el Ministerio de Educación a cuenta de la Lomce”, protesta Josefina Buil, directora de un instituto en Mataró. “Esto obliga a las escuelas a hacer un trabajo extra”, admite.
Otros directores de instituto piensan del mismo modo. Algunas familias han recibido cartas de los centros en los que estudian sus hijos con frases como “nos ha pillado por sorpresa a todos los centros educativos en Catalunya” aunque, en general, tranquilizan a los estudiantes diciendo que se adaptarán bien a la nueva situación. Otros institutos echan agua al vino: “los alumnos han cursado las materias que entran”, señala un director de Garraf.
En todo caso, la Junta de directores de centro está preparando una carta de protesta en la que pide explicaciones a Ensenyament por no haber incluido los cambios de la selectividad en las instrucciones que reciben los institutos de secundaria al principio de curso. Al parecer, la organización de las pruebas de competencia básica de 4.º de ESO que se celebran entre hoy y mañana han impedido presentarla ya.
Sin embargo, los alumnos sí se han movilizado abriendo una petición en change.org Ens juguem el futur: no als canvis d’última hora a les PAU 2017, que anoche ya había recogido casi 17.000 firmas. “Este cambio nos afecta de manera totalmente negativa”, se quejan.
La secretaría de Universitats i Recerca informó la semana pasada que en la fase general de las PAU los estudiantes tendrán que elegir obligatoriamente una de las cuatro materias comunes de opción (Matemáticas, Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales, Latín e Historia y fundamentos de las artes) en vez de escoger, como en años anteriores, entre una veintena de materias. En la fase específica, voluntaria, los alumnos pueden elegir entre el resto de materias al menos dos asignaturas para subir nota hasta 14 puntos. Los alumnos más afectados son aquellos que calculaban presentarse en esta fase de alguna de las materias que entran en la fase obligatoria y que ponderaban 0,2, la nota máxima, para entrar en las carreras de mayor demanda.
“Pedimos que no nos cambien las normas del juego cuando estamos
Los alumnos recogen casi 17.000 firmas para que se revoque la reforma o cambien las ponderaciones
al final de la partida”, reclaman en la plataforma, y concluyen: “sólo vemos dos posibles soluciones: o la revocación de la reforma, o la modificación de las mesas de ponderaciones”. Otro inconveniente es para los alumnos de bachillerato artístico que no conocen todavía las indicaciones del temario del examen de Historia y fundamentos de las artes, que suele incluir la lista de obras de arte que entran en el examen.
Los institutos de Catalunya trabajaron con la consigna de la Generalitat de que no habría cambios en las PAU en el curso 2016-2017. Esta afirmación aportó tranquilidad durante el embrollo de las reválidas de la Lomce, cosa que no sucedió en el resto de España que vivió la situación con gran intranquilidad. Ahora la serenidad se ha ido al traste con la modificación. Los docentes no comprenden que si las PAU de Catalunya debían adaptarse a la orden del Ministerio de Educación del 22 de diciembre que obliga a examinarse de una de estas cuatro asignaturas, no se comunicara de forma inmediata. Universitats sostiene que ya lo comunicó al departamento de Educación que supuestamente informó de ello durante el Saló de l’Ensenyament del 2016, afirmación que el departament de Meritxell Ruiz rechaza.