“Sí, están muertos los dos”
Ismael Rodríguez, el joven que el 21 de enero mató a dos agentes rurales en Aspa, tardó 45 minutos en llamar al 112 para informar de lo que había sucedido. Según la grabación de la llamada, que ayer difundió TV3, el joven no sabía cómo explicar a la operadora el encuentro con las víctimas, pero ante las preguntas, confiesa su nerviosismo, que los dos están muertos y admite que él ha sido el autor. La operadora reacciona ante la magnitud de lo sucedido y conecta con los Mossos, que le preguntan si ha sido un accidente. Ismael insiste en que no se explica su reacción tan violenta, pero también les indica cómo encontrarlo y dice que les espera justo al lado del coche patrulla.
Según el abogado de las familias de los agentes rurales, Pau Simarro, estos 45 minutos entre los disparos y la llamada se explican porque el acusado quería marcharse del coto y sus compañeros de batida no se lo permitieron. Según Simarro, uno de los compañeros declaró ante los Mossos que Ismael les dijo “vámonos” un par de veces. Para la acusación particular, lo más probable es que durante este lapso de tiempo Ismael y los otros miembros del grupo discutieran cómo explicar de manera convincente el número de escopetas que se estaban utilizando y también los permisos de caza correspondientes. Los compañeros de caza declararon ayer ante el juez sobre su presencia en Aspa aquel día, “pero no han aclarado nada”. “Sólo han dicho que estaban consternados por lo sucedido y que se mantuvieron en silencio. Nosotros creemos que durante ese tiempo estuvieron convenciendo al acusado para que no se marchase, porque
creemos que su primera intención fue huir”, señala el letrado. Tampoco se ha contestado por qué ninguno de ellos se interesó por acudir a ver los cadáveres. “Ismael les dijo que había disparado dos tiros a cada uno y que estaban muertos por- que les había disparado a la cabeza, por lo que comprendieron que habían fallecido y ni se acercaron a verlos”, explica.
Simarro también entiende que no se ha acreditado suficientemente que Ismael estuviera solo. “Lo estuviera o no, todo sucedió muy rápido y para nosotros el acusado es culpable de un asesinato porque actuó a traición contra las víctimas, disparándoles un primer tiro, cargando el arma y rematándoles con un segundo disparo”. Las hipótesis de la acusación son rebatidas por la abogada de Ismael Rodríguez, Montserrat Torres, que explica la tardanza en llamar al 112 en que los compañeros no eran conscientes del tiempo que iba pasando ante la sorpresa y la consternación que experimentaron ante lo sucedido. Torres insiste en la actitud de colaboración de Ismael con la Policía desde el primer momento y que si dijo “vámonos” era para ir junto al coche de los rurales y esperar allí a que llegaran los Mossos. También afirma que los miembros del grupo se esperaron a que llegara otro compañero, de más edad y salud delicada, para explicarle lo que había pasado y atenderle en caso de recaída, ya que la medicación la llevaba otro de ellos.
El abogado Pau Simarro anunció ayer que presentará una demanda contra la Generalitat por un delito contra la seguridad en el trabajo al considerar que es responsable civil de las muertes. Se plantearía como la demanda por las muertes de los bomberos de Horta de Sant Joan, que también defendió Simarro. El joven que mató a dos agentes rurales tardó 45 minutos en llamar al 112 e informar de lo que había sucedido