París y la banda derecha
La banda derecha del Barça será auscultada de arriba abajo en París, escenario de un partido formidable, de los que invitan a sacar conclusiones.
El lateral será ocupado por Sergi Roberto, alabado por todos por su capacidad de adaptación y su rendimiento inmediato cuando a Luis Enrique se le encendió la bombilla para resituarle allí, pero rebajado ahora a un despliegue secundario que no se corresponde con su tremendo potencial. El de Reus pasó una mala época después de cometer un error fatal en el campo del City (en eso consiste el poder amplificador de la Champions, en agigantarlo todo con desproporción, los méritos pero también la pifia puntual hasta carcomer al damnificado) y su rehabilitación le ha convertido en un carrilero contenido, que mira demasiado a su espalda y elude el riesgo por el humano temor a reincidir.
No lo dirá nunca porque su corrección es proverbial y porque sin Aleix Vidal no hay nadie más, pero seguramente a Sergi Roberto le hubiera encantado formar parte del casting promovido por Luis Enrique en el interior derecho esta temporada. Han pasado por ahí Rakitic, presunto titular, André Gomes, un tipo frío que en los últimos partidos da las primeras muestras de deshielo, Denis Suárez, el más suave técnicamente, Rafinha y Arda Turan, pero si uno recuerda aquel partido de Roberto en el Bernabeu (no es difícil, acabó 0-4) como cuarto centrocampista lamentará que su reconversión al lateral se esté resolviendo a favor de un híbrido de lo que pudo ser y no fue. Esta temporada se llega tarde para intervenir en el asunto pero el plan, según ha confesado Luis Enrique, es devolver al jugador a su hábitat natural en un futuro.
La lesión de Aleix Vidal y el partido de Sergi Roberto influirán en la reunión que Robert Fernández, secretario técnico, y el entrenador mantendrán esta semana para decidir cómo actuar a corto plazo. Hay tres opciones: seguir con la misma plantilla (Mascherano, hoy lesionado, es una alternativa sólida en defensa ya utilizada), parchear la demarcación acudiendo a un mercado con los estantes vacíos o completar las convocatorias con Sergi Palencia o Nili Perdomo, laterales que si no sirven para echar un cable en situaciones de emergencia no deberían estar en el filial. De las tres opciones la segunda es la más descabellada, cosa que no quiere decir que no se vaya a hacer. Si el croata Srna hubiera dicho que sí en diciembre sería hoy futbolista del Barça.
La banda derecha acaba en Lionel Messi, y eso debe ser muy tenido en cuenta. El argentino, con buen criterio, economiza su esfuerzo en la presión y abandona el extremo para irse hacia el centro a veces de forma permanente si considera que es la mejor forma de dañar al rival, por lo que tanto el interior como el lateral deben jugar con cuatro ojos, acorralados deliberadamente por el rival. El PSG, sin ir más lejos, esta noche atacará por ahí.