Maculart prevé superar los siete millones y saltar al exterior
La compañía familiar Maculart, que imprime cajas de medicamentos y prospectos farmacéuticos, está en pleno crecimiento. El director general de la empresa, Albert Majós, explica que en el 2016 el negocio “creció un 21%, hasta los 6,7 millones de euros” y que, este año “superará los 7 millones”.
El director apunta que los buenos resultados se explican por la captación de nuevos clientes, que ya “son más de 150”. Entre ellos, hay laboratorios medianos y grandes compañías farmacéuticas, como Ferrer, Reig Jofre o Grifols. La gran mayoría (98%) están domiciliados en Catalunya y una pequeña parte lo está en Madrid y el País Vasco. Precisamente, en sus planes está la expansión del negocio al resto de España y en el extranjero, en estados como Francia, Países Bajos o el Reino Unido. Majós quiere captar allí laboratorios que necesiten tiradas pequeñas de impresión, para así diferenciarse de las grandes multinacionales del sector.
En los últimos años, la compañía ha invertido cantidades significativas para personalizar su servicio a las necesidades de los clientes. En este sentido, destacan la compra de una impresora digital y la inversión de 1,8 millones para renovar la impresión de cajas de medicamentos. También, la compra de la compañía Estoig Farmacèutic, de ahí sus encargos para Ferrer. De hecho, la impresión de cajas y estuches aportó la mayor parte de la facturación en el 2016, 4,3 millones, mientras que los prospectos unos dos millones.
La experiencia de Maculart en el mundo de la impresión no es poca. Lleva más de 50 años en el sector aunque en sus inicios, José Majós (padre del actual director general) empezó trabajando para el sector editorial. De hecho, no fue hasta los 2000, cuando Maculart entró en el mundo farmacéutico, un sector “más estable y consolidado” que el editorial. Entonces, la compañía aprovechó el cambio para mudarse del Poblenou a Cerdanyola del Vallès, donde hoy emplea a 60 personas en una nave de 3.700 metros cuadrados.
Por otro lado, en el 2007, Albert Majós y las firmas Trison y Ravetllat pusieron en marcha la compañía Akewuele, que hoy se dedica a la aromatización de espacios y objetos. Trabajan para firmas como Inditex, BMW o Mini, y según Majós, facturan 3,2 millones.
La empresa familiar emplea a 60 personas e imprime prospectos y cajas de medicamentos en Cerdanyola