Fillon propone bajar a los 16 años la mayoría de edad penal en Francia
El debilitado presidenciable de la derecha reacciona a los disturbios del caso Théo
El portavoz del candidato también empleó a su esposa como ayudante y es investigado por fraude
El candidato de la derecha francesa a la presidencia, François Fillon, fuertemente lastrado por la investigación de los empleos ficticios de su esposa, Penelope, y contestado en su propio partido, comió ayer con su rival, el expresidente Nicolas Sarkozy, en el despacho de éste.
Habían pasado menos de 24 horas desde que Fillon lograra el martes desactivar un motín de diputados de su partido encaminado a pedirle que renunciara a la candidatura, que ganó holgadamente en unas primarias, pero que ahora parece condenada al fracaso por los demoledores efectos del Penelopegate. El lunes hubo una cena de diputados para consensuar la petición. Se quería convocar un consejo del partido (Los Republicanos) para designar un nuevo candidato. A dos meses de las elecciones, el tiempo apremia y la ansiedad es notable. Pero Fillon paró el golpe. Sin dejar siquiera hablar al portavoz del motín sentenció: “La retirada de mi candidatura crearía una crisis mayor en el interior de nuestra familia política, lo que plantearía el problema de nuestra desaparición de la campaña presidencial, con todos los riesgos que ello comporta”. “Mi decisión está tomada y no volveré sobre ella”, dijo. Su tesis: el tiempo calmará ésta tormenta.
Pero la situación no se arregla con declaraciones enérgicas. El candidato evita contactos con la población para evitar broncas y abucheos, sus mítines son bien vigilados, su intención de voto ha perdido diez puntos, y no responde a las preguntas de la prensa. El almuerzo con Sarkozy, su rival, fue una petición de que no haya puñaladas por la espalda. ¿A cambio de qué?
Al salir del almuerzo Fillon se descolgó con una nueva propuesta que no figura en su programa, pero que Sarkozy defiende desde hace años: reducir a los 16 años la mayoría de edad penal. Quizá hubo también un compromiso de fichar a gente de Sarkozy en un hipotético futuro gobierno de la derecha.
En cualquier caso, esa es la respuesta del candidato al caso Théo, la bárbara agresión policial a un joven negro del extrarradio al que le rompieron el ano introduciéndole una porra metálica en un violento control de identidad.
El suceso ha conmovido a Francia. Cada día hay pequeñas manifestaciones en París, con disturbios y detenciones. Pero el caso Théo es también otra invitación desaprovechada a introducir el tema de la situación de los ciudadanos más pobres en la campaña presidencial, tema que la derecha y la extrema derecha reducen a una cuestión de seguridad.
Mientras tanto, ayer llegó un nuevo número de Le Canard Enchaîné a los quioscos, con nuevas denuncias. El portavoz de François Fillon, Thierry Solère, también empleó a su mujer como ayudante, no declaró el segundo trabajo de esta, cobró de una empresa de residuos mientras como diputado aprobaba una ley que beneficiaba a las actividades de aquella empresa, y es objeto de una investigación por fraude fiscal. Solère lo niega todo.