La Vanguardia

La Síndica señala al Ayuntamien­to por una muerte en el carril bici

La defensora alerta del “grave problema de convivenci­a” con los ciclistas en Barcelona

- DOMINGO MARCHENA Barcelona

La Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, apunta al Ayuntamien­to por el último fallecimie­nto en un carril bici y da la razón a la familia de la víctima, que achaca el suceso “al grave problema de convivenci­a que se da entre ciclistas y transeúnte­s”. El organismo que supervisa las actuacione­s municipale­s denuncia el peligro que representa­n los carriles bici en las aceras y el pésimo estado de algunas de estas vías, como la de la avenida Diagonal, entre el paseo de Gràcia y el paseo de Sant Joan.

En este tramo, a la altura de Pau Claris, lado mar, halló la muerte Josefina Peraire Alcubierre, de 69 años, que en algunos medios figuró siempre como unas simples iniciales. Esta mujer había sido alumna, profesora y directora de la escuela Ramon Llull. Era culta y sensible, además de una meritoria poeta que injustamen­te sólo recibió atención mediática por las dramáticas circunstan­cias de su pérdida. El 27 de abril del 2016, mientras se dirigía a un recital de la asociación Poesia Viva, de la que formaba parte, se distrajo e invadió un carril bici que consiste en dos simples rayas mal pintadas. Quizá Josefina –que se definía así en su poema Sóc urbanita: “Jo, tan urbana, tan salvatge”– pensaba en ese momento en estos otros versos suyos y en sus deseos de ser “invisible entre les masses / i gaudir vols de llibertat”.

Unos ciclistas la avisaron de que paseaba por el espacio reservado para las bicicletas, en una zona no segregada de la acera. Ella se apartó en dirección a la izquierda, a la altura del 371 de la Diagonal, donde unas flores secas recuerdan hoy su absurda muerte, la segunda del 2016, junto a la de Muriel Casals. La fatalidad quiso que entonces otro ciclista adelantase al grupo que le precedía y, cuando hizo la misma maniobra y salió del carril, la arrolló con terribles consecuenc­ias.

Josefina Peraire Alcubierre, escultora y ceramista, autora de un blog de poesía y de siete libros

(el último, Per rutes de muntanya

i crits de tramuntana, un itinerario poético por paisajes de Catalunya y Menorca), recibió un golpe en la cabeza del que inicialmen­te se rehízo, pero minutos después se desplomó y ya nunca más se recuperó. Pasó un mes en coma en el hospital de Sant Pau y falleció el 30 de mayo, dejando a familiares y amigos destrozado­s y líneas tan bellas como estas: “Com ànimes en pena, / rodolen, enfollides, / les fulles mortes d’un jardí / presoner de l’oblit”.

A diferencia de Muriel Casals, Josefina, una poeta sencilla e irrepetibl­e, no ha tenido homenajes institucio­nales. Para evitar que su muerte caiga en el olvido y a petición de Joan Maria, su viudo, la Sindicatur­a de Greuges ha realizado un informe con reproches hacia la Guardia Urbana y la gerencia de Movilidad. La Síndica, Maria Assumpció Vilà, tiene un equipo compuesto por un director adjunto, una jefa de gabinete y siete ayudantes. Una de las asesoras, Elisa Salichs, responsabl­e de las áreas de salud y cultura, se ha ocupado de este caso, el expediente número 16Q000474.

El documento, ya en poder de la familia, recalca que el objetivo de estas diligencia­s no es determinar si la culpa “fue del ciclista o de la viandante”, sino comprobar si se han aplicado “los principios de buena administra­ción para la salvaguard­a de los derechos fun-

EL DATO 33 días pasó en coma la víctima del atropello La víctima, sólo unas iniciales para algunos, era una mujer culta y devota de la poesía “Vull saber-me –decía en un poema– invisible entre les masses / i gaudir vols de llibertat”

damentales en la ciudad”. Las conclusion­es, de las que se desprende un rotundo no, son muy críticas con el retraso en responder de la Guardia Urbana, “una falta de colaboraci­ón que se puede entender como una obstrucció­n a la tarea de la Sindicatur­a”. El informe añade que las reformas de las ordenanzas siempre han buscado “hacer compatible y seguro el pedaleo con la seguridad del resto de ciudadanos, sobre todo los peatones”.

Sin embargo, estas “buenas intencione­s” no han impedido que aumenten los accidentes de viandantes y ciclistas. Asociacion­es de defensa de las dos ruedas, como el Bicicleta Club de Catalunya o Amics de la Bici, atribuyen las causas a la eclosión de este medio de transporte, pero la Sindicatur­a no se conforma con esta explicació­n y sostiene que en los carriles bici que aún siguen implantado­s sobre la acera “el peligro para los viandantes persiste sin que se hayan aplicado medidas preventiva­s para reducir los siniestros”.

Por ello, el documento aconseja al gobierno municipal que considere “una tarea prioritari­a ”el traslado de todos los carriles bici de las aceras a las calzadas. El Ayuntamien­to ya preveía vetar la coexistenc­ia de bicis y peatones en el 2016, pero promovió una moratoria de al menos un año, a la espera de culminar su ambicioso proyecto de carriles bici, que prevé 130 nuevos kilómetros en el 2017. La Sindicatur­a considera especialme­nte urgente la segregació­n en la Diagonal, escenario de numerosos accidentes según las estadístic­as municipale­s. El traslado a la calzada ya se ha hecho con buenos resultados entre la plaza Joan Carles I (la futura Cinc d’Oros) y Francesc Macià.

Mientras la segregació­n no se produzca, “se deberían revisar inmediatam­ente todos los carriles de las aceras para realizar cuantas actuacione­s sean necesarias para garantizar la seguridad: repintado de rayas, señales de ceda el paso...” La Síndica también pide a la gerencia de Mobilitat que sea “especialme­nte cuidadosa en el mantenimie­nto de las aceras, en especial de aquellas con un uso intensivo”. Esta área municipal tampoco se libra de las críticas de Maria Assumpció Vilà, que le reprocha el mal mantenimie­nto de la vía donde se produjo el atropello mortal y le recuerda la obligación de responder con más celeridad a las peticiones de informació­n que le formulen.

La Síndica hizo sus solicitude­s iniciales el 18 de mayo del 2016 y no recibió la primera –e incompleta– contestaci­ón de la policía municipal hasta el 22 de diciembre, más de siete meses después. La Guardia Urbana, además, se limitó a hacerle saber que la informació­n requerida –el atestado– había sido entregado al viudo de la víctima, aunque la familia había autorizado por escrito a la Sindicatur­a a realizar todas las gestiones en su nombre. Estos retrasos y los de Mobilitat impidieron que el caso se cerrase a tiempo para figurar en la memoria del 2016, que Vilà presentó el lunes.

Las dilaciones revelan la necesidad de un reglamento que, como decía la propia Síndica de Greuges en el balance anual, regule los límites, medios, organizaci­ón y régimen jurídico de esta institució­n. Un punto de ese reglamento pendiente sostiene que la alcaldía “canalizará las peticiones y dará las instruccio­nes para que se suministre­n los datos y expediente­s que permitan llevar a término adecuadame­nte las actuacione­s investigad­oras”.

El informe considera urgente el traslado de los carriles bici de las aceras a las calzadas... ... pero mientras eso no suceda, las rayas que delimitan estas vías deberían repintarse

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ANA JIMÉNEZ
 ?? KIM MANRESA ?? Flores para Josefina. Un ramo de flores secas recuerda el escenario de la Diagonal de la última muerte en un carril bici
KIM MANRESA Flores para Josefina. Un ramo de flores secas recuerda el escenario de la Diagonal de la última muerte en un carril bici

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