El engorro del logotipo
Todavía colea el polémico desenlace del Madrid-Mora-Banc Andorra
El uso de la tecnología en el deporte es un tema apasionante. El tenis la adoptó hace tiempo con el ojo de halcón, que por cierto dio el triunfo a Federer ante Nadal en el pasado Abierto de Australia. Nada que decir al respecto. Otro tenista, David Ferrer, perdió el que hubiera sido su primer Masters –luego lo ganó en París– en Miami en el 2013 al reclamar una pelota de Murray. Las cámaras demostraron que se había equivocado y en vez del título el juez de silla cantó deuce y el jugador de Xàbia acabó perdiendo esa final. El fútbol español se resiste a aplicar la tecnología, como bien se pudo comprobar en el reciente Betis-Barcelona con el remate que sacó Mandi desde el interior de la portería. En Inglaterra, Alemania o Italia hubiera sido gol. En España, no. El baloncesto se vanagloria de hacerlo mejor, de estar al día en estas cuestiones, pero lo cierto es que permitió una polémica absurda en el segundo encuentro de los cuartos de final de la Copa del Rey celebrado el jueves por la noche. En una acción decisiva, a falta de 14s4 para el final, el Madrid perdía por 83-86 y tenía la pelota. Llull fue presionado por la defensa andorrana y en su intento por evitar la falta –el Madrid buscaba el triple y no quería tiros libres–, hizo un campo atrás muy claro que los colegiados, Hierrezuelo, Peruga y Araña, no vieron. O no señalaron. De hacerlo, el MoraBanc hubiese sido semifinalista al recuperar el balón.
Y es que en el centro de la pista del Buesa Arena, la línea divisoria se difumina por el logotipo de Movistar, que retransmite en exclusiva toda la fase final. Según comenta la organización, fue una jugada más del partido, sin incidencia en el resultado. Las mismas fuentes señalan que, en caso de que haya una evidencia de que afecta al desarrollo de los encuentros, se tomarán medidas cuando se analice el tema. Es decir, el logotipo se mantendrá en esta edición. Al parecer, no ha habido quejas de los árbitros. Pero el hecho de que el Madrid saliera beneficiado ha creado una polémica justificada.
Fue normal que Pablo Laso echara balones fuera (“fue una acción más del partido”, explicó durante la conferencia de prensa), pero Francesc Solana, mánager general del MoraBanc Andorra, lamenta que “con todo lo que se invierte en tecnologías como el instant replay no pueda analizarse correctamente esta jugada. Solamente queremos que todo sea más limpio, que haya menos opción a la interpretación. Los árbitros no lo vieron, no estaban atentos, o no lo apreciaron”. Llegado el caso, si Joan Peñarroya, entrenador del conjunto andorrano, hubiera pedido una revisión, no se le hubiera concedido, según la reglamentación actual.
En las reuniones con el comité arbitral, el club andorrano ya ha comentado cuestiones semejantes y el presidente, Paco Monjas, ha enviado un informe a la FIBA. Pero los trámites en los organismos internacionales son lentos. “No pedimos que se vuelva a arbitrar, pero el campo atrás lo es o no lo es. Así de sencillo”, concluye Solana.
LA PETICIÓN DEL CLUB ANDORRANO “Sólo queremos que todo sea más limpio, que haya menos opciones a la interpretación”