Un muerto y dos heridos en Alemania en un atropello intencionado
La policía de Heidelberg disparó al agresor, que salió del vehículo con un cuchillo
Un hombre al volante de un coche embistió ayer por la tarde de modo intencionado a un grupo de transeúntes en una céntrica plaza de Heidelberg, en el sudoeste de Alemania, en una situación que hizo saltar todas las alarmas, por reminiscencias del atentado terrorista acaecido el pasado 19 de diciembre en Berlín, cuando un camión arrolló un mercadillo navideño. Al cierre de esta edición, la policía de Heidelberg no había hallado indicios que apuntaran a un ataque terrorista, y medios locales como la edición digital del diario regional Rhein-Neckar Zeitung hablaban de problemas psíquicos del atacante, cuyo nombre no había trascendido. Este mismo rotativo informó anoche, citando fuentes policiales, de que el agresor es un hombre alemán joven.
A consecuencia del atropello una persona perdió la vida y otras dos sufrieron heridas. El fallecido es un ciudadano alemán de 73 años, mientras los dos viandantes heridos son un austriaco de 32 años y una bosnia de 29. También el atacante resultó herido grave. Los tres agredidos estaban en pie guardando cola ante una pastelería de Bismarckplatz, una zona de esa ciudad universitaria muy concurrida en fin de semana, cuando se les echó encima el vehículo hacia las 16 horas. Tras arrollar a la gente, el atacante salió del coche blandiendo un cuchillo, según declararon testigos presenciales al diario Stuttgarter
Zeitung, y echó a correr para escapar. Mientras, la policía había acudido al lugar alertada de que algo ocurría, y tras una tensa situación en una calle cercana, junto a la entrada a una piscina, un agente le disparó para reducirle. Un portavoz policial, Norbert Schätzle, dijo a la cadena N-TV que no podía confirmar si el hombre tenía problemas mentales, pero aseguró que no se sospecha que se trate de terrorismo.
El coche que empleó el agresor, un Opel Astra con matrícula de Hamburgo, era de alquiler, y en el maletero fueron halladas una bolsa y una maleta. A las 18.30 horas, en la cuenta de Twitter de la policía de Mannheim se veía una foto de los investigadores de Heidelberg inspeccionando el vehículo. Todo indica que el atacante actuó solo. Según la prensa, debido a sus heridas el hombre no estaba anoche en condiciones de declarar ante la policía.
El alcalde, Eckart Würzner, acudió a Bismarckplatz, donde declaró a los periodistas presentes que “en base a los conocimientos actuales” no se cancelará la rúa de carnaval del próximo martes, aunque esa decisión podría revisarse.
Cuando a media tarde saltó la noticia, no sólo vino a la mente el atentado con camión contra el mercadillo navideño de Berlín, sino también ataques con arma blanca del año 2016 en Alemania, que sembraron gran inquietud. Así, el pasado julio un joven refugiado –que decía ser afgano y resultó luego ser pakistaní– atacó con un hacha e hirió a cinco personas en un tren cerca de Wurzburgo, antes de ser abatido a tiros por la policía. En un vídeo se declaraba “soldado del Estado Islámico”. Ese mismo mes un refugiado sirio mató a una mujer con un machete, un suceso que la policía calificó de “crimen pasional”.
Un portavoz policial afirmó que no hay indicios de terrorismo; la prensa habla de problemas psíquicos