Una mudanza complicada
“Paris Europlace”, el lobby encargado de promocionar a la capital francesa, realiza presentaciones en la City: “Vengan a la verdadera ciudad global de la eurozona”, reclama
Nuestro mensaje es claro: vengan a París, la única ciudad verdaderamente global de la zona euro”, dice Gérard Mestrallet, presidente de
Paris Europlace, el lobby políticosectorial francés encargado de promover la capital francesa como plaza financiera alternativa. Mestrallet lo dijo a principios de mes en los salones del piso 34 del Shard, el más alto rascacielos de Europa, alquilados para la ocasión. Tenía a su lado a Valérie Pécresse, presidenta de la región Ile-de-France. Y enfrente un foro de ejecutivos del mundo de las finanzas.
La operación de “pellizcarle” a Londres una buena tajada de su capitalidad financiera gracias al desliz del Brexit está en marcha.
Los términos del problema y sus expectativas son conocidos y han sido profusamente diagnosticados: la pérdida del llamado “pasaporte financiero” que permite a las empresas operar y vender sus productos en el gran mercado de 31 países, podría costarle miles de puestos de trabajo a la City, lo que despierta el lógico apetito de París y explica los intensos preparativos en marcha para recibir la anunciada herencia. Sin embargo la mudanza podría resultar bastante complicada.
El argumento fuerte de la campaña de promoción es que en gestión de activos y mercado de obligaciones para empresas y productos derivados, París ya está muy por delante de Frankfurt, Amsterdam, Dublín o Luxem-
CASO HSBC Ya estaba muy presente en Francia, eso explica la llegada de 1.000 empleos MERCADO DE TRABAJO Si dependiera de su flexibilidad, los bancos se irían a Dinamarca o Austria FRANKFURT En mercado e infraestructuras financieras, está mejor que París
burgo. Los grandes grupos europeos clientes de la City ya están en París. “Esperamos atraer 10.000 empleos”, dice Gérard Mestrallet.
En ese orden de cosas, el anuncio que el 18 de enero hizo la banca HSBC de transferir mil puestos de trabajo de Londres a París ha sido considerado una buena señal. La realidad es que HSBC ya estaba muy presente en Francia, vía la compra del banco CCF, que pasó a ser HSBC-France.
“Eso es lo que explica, de hecho, esa transferencia: atraer bancos de Londres poco o no presentes en Francia, especialmente la banca de negocios o de inversiones, será mucho más difícil”, pronostica Romaric Godin, subdirector del semanario económico La Tribune. “Desde ese punto de vista, otras plazas financieras, como Francfort, o Luxemburgo para gestión de activos, parecen mejor situadas”, estima este observador.
“Nuestra imposición fiscal sobre salarios superiores a los 300.000 euros es del 38%, menos que en el Reino Unido e igual que en Alemania”, explicó Pécresse respondiendo al argumento de los elevados impuestos en Francia. Además, inmediatamente después del Brexit, el presidente François Hollande se apresuró a endulzar su reclamo: un cambio en el régimen fiscal para expatriados, especialmente diseñado para favorecer el vaciado de la City, ha rebajado esa imposición a un 24%.
Leyendo la prensa económica francesa, parece como si el inconveniente central de esta mudanza a París sean los tópicos “problemas para despedir” a un empleado o el excesivo coste de las cargas sociales para las empresas.
“El derecho laboral francés está muy mal visto por los extranjeros”, confirma Marie-Anne Barbat, directora de la Federación bancaria francesa (FBF).
“Ni en Francia ni en Alemania el mercado de trabajo es tan flexible como en el Reino Unido, si eso fuera lo determinante los bancos se irían a Dinamarca o a Austria”, dice Godin. Es cierto que el coste horario del trabajo es un 8% más caro en Francia que en Alemania, pero el coste alemán es superior a la media europea: si ese fuera el único criterio el principal beneficiario de la mudanza sería Irlanda, estima.
El acto de Londres viene rodeado de otras señales. En La Défense, el distrito financiero de París, se están construyendo más de 300.000 metros cuadrados de oficinas en media docena de nuevos rascacielos para acoger la esperada herencia. En el Senado hay operaciones de relaciones públicas con el sector.
Las ventajas de París tienen que ver con sus servicios públicos e infraestructuras de transportes, especialmente la cercanía con Londres (dos horas vía Eurostar), donde se mantendrá el grueso de la actividad financiera fuera de la Unión Europea, y también por la abundancia de directivos rodados: hay miles de franceses trabajando en la City.
Para Godin, que conoce bien Alemania, lo decisivo son las infraestructuras financieras y la robustez del mercado. En ambas cosas, Franckfurt lo tiene mejor que París: “Es un gigante en términos de transacciones y está en fuerte crecimiento. Esas son las dos razones de la ventaja alemana”, dice.