La mitad de Palma será de extranjeros en 15 años
La masificación turística experimentada en los últimos años en algunos municipios de Baleares no cesa. Un estudio presentado ayer deja en evidencia que, lejos de convertirse en un problema estacional y directamente ligado a la temporada estival, tendrá consecuencias de gran impacto y de manera permanente. La mayor de ellas será el cambio en el censo de algunas ciudades como Palma que, en apenas 15 años, experimentará un incremento de extranjeros empadronados que podrían llegar a casi la mitad del total. El primer informe del Observatorio de la gentrificación de Palma concreta que algunos barrios de la capital balear ya han iniciado esta reconversión de residentes. En la cala Major el censo ya incluye un 53% de extranjeros, o el de Cort se sitúa en el 49%. Ambos son los más turísticos y donde también se concentran la mayoría de pisos vacacionales. La proyección de futuro es que el censo de extranjeros se extienda al conjunto de barrios de la ciudad y que en su conjunto sumen un 40% de foráneos.
Las cifras son una extrapolación realizada a partir de las últimas operaciones de compraventa de vivienda y que ponen en relieve que en los últimos diez años los compradores extranjeros han pasado del 16 al 26 por ciento. Con este estudio, los autores destacan que Palma así como el conjunto del archipiélago se ha convertido en una plataforma muy importante del negocio inmobiliario europeo. El estudio subraya que la actividad inmobiliaria es la más importante en el PIB de la ciudad, un negocio que genera un gran volumen de compra, venta y alquiler de viviendas que se concentra en los barrios con más interés residencial.
Todo ello comporta, alertan, el desplazamiento de las personas que residían en estos barrios y la llegada de compradores con mayor poder adquisitivo muchos de los cuales son extranjeros. Este estudio llega tras un verano marcado por la masificación y numerosas protestas tanto de vecinos como de grupos ecologistas. En vista a la próxima temporada, las reservas ya prevén avanzar un verano al límite de capacidad.