‘Bolsagate’ en Vila-real
El Madrid siempre ha tenido problemas con las bolsas. Ya en la época de Lorenzo Sanz Mancebo se relacionó al expresidente blanco con algún saco destinado a partidas de póquer. El pasado domingo en Vila-real se vio salir a alguno de los árbitros del campo de la Cerámica con bolsas del Real en la mano. Es habitual que los clubs tengan detalles con los colegiados. Pero lo normal es que los regalos se den cuando se juegue en casa. Hacerlo extensivo a los desplazamientos es incuestionablemente generoso.
“Seis o siete llaveros, tres o cuatro bolígrafos y 15 o 20 pins”, es lo que se hallaba en la bolsa, según explicó alguien del Comité de Árbitros. El organismo arbitral estuvo rápido y actuó con celeridad a la hora de precisar en qué consistían los regalos. Es de agradecer, porque se emplean a fondo en perseguir a Piqué y sus declaraciones sobre los árbitros y no disponen de mucho tiempo. Pero al presidente del Villarreal, Fernando Roig, no le gustó ver cómo salían del estadio los cuatro árbitros portando bolsas de plástico del Real Madrid. “No sé que llevarían dentro, pero no fue un gesto bonito”, calificó el propietario del equipo que perdió por 2-3 después de haberse adelantado en el marcador por 2-0 y haber sufrido la señalización de una pena máxima por una mano involuntaria que supuso el empate del equipo blanco. “El penalti nos mató”, comentó Roig.
Bonito no fue. En las redes se bautizó al gesto como Bolsagate mientras todos los altavoces blancos empezaron a justificar los regalos. Lo peor de todo no es el detalle del Madrid, aunque sorprenda que también lo haga fuera del Bernabeu, sino que los árbitros lucieran las bolsas sin problemas.
Da la sensación de que los árbitros viven mejor a favor del Madrid que en contra; las polémicas duran menos
No deberían tener nada que ocultar, pero hubiera sido mejor guardarlas. Resulta revelador.
La sensación es que los árbitros no deben esconder unas bolsas que les ha regalado el Real Madrid, porque en su entorno eso no se castiga. Sin victimismos, pero ¿alguien cree que hubiera sido igual si las bolsas fueran del Barça? ¿Se hubieran atrevido los colegiados a salir con ellas en la mano? Los árbitros viven mejor a favor del Madrid que en contra, porque saben que las polémicas arbitrales que han beneficiado al Madrid duran poco y las que lo han perjudicado duran mucho.
Salir con bolsas de regalos inocuos del Madrid el día en que se ha pitado a favor del equipo blanco un penalti inexistente “no es bonito, no”, como apuntó Roig. Entre vivir a favor del Madrid o del Villarreal, en el entorno más próximo de los árbitros no es difícil saber qué es mejor. Lo preocupante no son los regalos, sino que los colegiados no se den cuenta de que salir con esas bolsas queda feo. Muy feo.