Sufriendo bajo la lluvia
El guardián invisible Dirección: Fernando González Molina Intérpretes: Marta Etura, Elvira Mínguez, Francesc Orella Producción: España, 2017. Thriller.
Cuando la lluvia no moja a los personajes tanto como moja el paisaje es que el filme sacrifica la credibilidad –y la fuerza– al peinado de la protagonista. Algo así ocurre en esta esperada adaptación de El
guardián invisible, de Dolores Redondo. Un éxito en el mundo literario que llega a la gran pantalla de la mano de González Molina.
Digamos que la intriga no cala como debería ni produce escalofríos como estaba previsto. Como si el celofán del precinto cubriera todavía la tragedia que transcurre en medio de un paisaje tan sugerente y extraño como es el valle navarro del Baztan, allí donde lo sobrenatural se encuentra con la racionalidad de la investigación policial. Un paisaje maravillosamente conseguido en un filme que saca músculo en el apartado de la producción, aunque que se muestra más bien timorato en casi todo lo demás. Thriller con asesino en serie y monstruos legendarios dentro. Y un personaje central, la inspectora Amaia Salazar, que debía ser el gran papel en la carrera de la –en tantas otras ocasiones– solvente Marta Etura. Y que sin embargo se queda lejos de hacer resonar en toda su plenitud los armónicos trágicos de este drama imaginado por Redondo.
Un drama que tiene ecos de tragedia familiar, con odios antiguos y profundos. Y que, como en la trilogía literaria, pospone su resolución para próximas entregas. El buen hacer del resto del reparto, especialmente de Elvira Mínguez, sensacional en su desagradable fuerza, hace mantener las esperanzas ante la continuación de la intriga, en la que es de esperar que Etura acabe empapada por la lluvia de la tragedia.