La gran factoría europea
Las negociaciones para la absorción continuarán este fin de semana
El grupo PSA, que engloba las marcas francesas Peugeot y Citroën, está muy cerca de cerrar un acuerdo para comprar Opel a General Motors y crear, de paso, el segundo mayor fabricante europeo, por detrás del conglomerado Volkswagen, que incluye a Seat.
PSA Group está muy cerca de cerrar el acuerdo para comprar Opel a General Motors y crear, de paso, el segundo mayor fabricante europeo por detrás del grupo Volkswagen. El anuncio de la operación se producirá, previsiblemente, la próxima semana, según fuentes conocedoras de la situación citadas por Bloomberg. Las dos compañías continuarán con el alto ritmo de negociaciones a lo largo del fin de semana con la intención de anunciar la operación el próximo lunes. La complejidad de las conversaciones podría provocar un pequeño retraso, según aseguraron las mismas fuentes.
Una muestra de que la transacción está muy cerca de cristalizar es que se ha programado ya una reunión entre altos directivos de PSA y los representantes de los principales sindicatos europeos la próxima semana. El fabricante francés confirmó anoche que este encuentro se ha programado, aunque, en línea con las fuentes de Bloomberg, añadió que la negociación continúa y la reunión puede cancelarse o retrasarse. Un portavoz de General Motors en Europa se negó a realizar ningún comentario. Uno de los puntos clave de la negociación para PSA es cómo pueda alcanzar un ahorro de unos 2.000 millones de euros con la compra de Opel. Las sinergias de la operación se encuentran potencialmente en reducciones de capacidad, ahorros en las compras y en la fabricación de componentes y en la reducción de costes de estructura. El consejero delegado de PSA, Carlos Tavares, pretende relanzar las marcas Opel y Vauxhall con un plan de reestructuración similar al que ha llevado adelante en los últimos años para recuperar a Peugeot y Citroën de una situación crítica.
Opel, con sus cuarteles generales cerca de Frankfurt, podría cambiar radicalmente su aproximación al mercado, hasta ahora más limitado por General Motors a Alemania y no tanto a las exportaciones.
La masa crítica –el volumen de producción– es fundamental en el ampliamente saturado mercado de automoción europeo. Y, para PSA, los cerca de 1,2 millones de unidades que aporta Opel le ayudarían a reducir el coste de desarrollo de nuevos coches y motores para un gran número de vehículos.
Otro de los temas importantes por solucionar en el tramo final de las negociaciones es cómo afrontar los planes de pensiones de los empleados de Opel. El programa de previsión social está infradotado en unos 9.000 millones de dólares, según datos de Bloomberg.
Los directivos de PSA han recorrido Europa en las últimas semanas para recabar el apoyo a la operación de las autoridades políticas de las localidades donde hay fábricas y los sindicatos. A todos se les ha garantizado la continuidad de las fábricas. Tanto Francia como Alemania han insistido en la importancia de que se conserven los puestos de trabajo, por lo que exigen el compromiso firme de PSA.
Las automovilísticas han convocado a los sindicatos para informarles la próxima semana