El veto a los coches viejos reduciría un 8% la polución
El AMB estima que un vehículo de más de veinte años causa la misma contaminación que 36 recién salidos de fábrica
La restricción de circulación de los vehículos más antiguos de manera permanente en Barcelona es una de las medidas más drásticas y que más polémica pueden provocar cuando se aplique. La lógica de que a menos coches, más calidad del aire se apoya por primera vez en datos concretos.
Según los cálculos realizados por los técnicos del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), hay 30.000 vehículos (turismos y furgonetas) de más de veinte años que circulan diariamente por el perímetro entre rondas de la capital catalana y su entorno más inmediato. Prohibir su circulación reduciría hasta un 8% la contaminación atmosférica generada por el tráfico rodado, asegura el mismo documento de trabajo. El cálculo es fruto del trabajo previo a la prohibición de circulación prevista para 2020 de todos aquellos coches fabricados con la normativa de emisiones Euro 1 o anterior, todos ellos sin etiqueta identificativa de la dirección general de Tráfico (DGT).
Los 30.000 vehículos que se encuentran en el punto de mira generan las mismas partículas en suspensión que 1,1 millones de vehículos nuevos. Es decir, la polución en el aire provocada por cada coche de 20 años en circulación es la misma que la de 36 vehículos recién salidos de la fábrica si se analizan las partículas emitidas. La comparación de emisiones de NOx de los 30.000 vehículos viejos equivalen a las de más de 150.000 nuevos.
La misma equiparación aplicada a las 4.000 motos de más de veinte años que circulan por la ciudad apunta que contaminan lo mismo que 66.000 motos nuevas. O sea, 16 motos viejas equivalen a una nueva. El vicepresidente de Movilidad y Transporte del AMB, Antoni Poveda, apunta que “el impacto se multiplicaría si la sustitución se encaminara a motos eléctricas y vehículos de bajas emisiones, ya sean híbridos, eléctricos o de gasolina”.
Para facilitar la transición hacia un modelo más ecológico, el AMB pide al Estado y a la Generalitat “que hagan un esfuerzo para abrir más subvenciones que hagan posible renovar furgonetas, coches y motos. Con cantidades relativamente pequeñas se podrían hacer grandes aportaciones a la mejora de la calidad del aire y la salud de las personas”, concluye Poveda, que el lunes trasladará la petición al gobierno catalán en una cumbre que reunirá a la Generalitat, la Diputación de Barcelona, representantes de cuarenta ayuntamientos de la conurbación de Barcelona y la propia AMB para tratar de acordar medidas relevantes con el fin de reducir la contaminación.
El ente metropolitano pide a la Generalitat y el Gobierno subvenciones para la renovación del parque automovilístico