La Vanguardia

La obstinació­n de Fillon consagra la parálisis de la derecha francesa

Su demostraci­ón de fuerza en París no resuelve nada para la cuenta atrás

- RAFAEL POCH París. Correspons­al

Una “apelación directa” al pueblo para salvar a un candidato salpicado por un feo caso de nepotismo. Podría haber funcionado en la plaza de Oriente. No funcionó en Trocadero, bello escenario parisino con la torre Eiffel de fondo. Para salvar al soldado Fillon, fallan la geografía y la historia: Francia queda al norte de los Pirineos.

La carta de una demostraci­ón de fuerza jugada ayer por el candidato a la presidenci­a de la derecha francesa salpicado por el escándalo de los empleos ficticios con dinero publico de su esposa e hijos sólo demostró la división de la derecha. Era una carta desesperad­a a 50 días de las elecciones.

En plena cuenta atrás, Fillon sólo consigue acelerar el reloj de arena de la derrota. La derecha que iba a ganar de calle estas elecciones ha perdido diez puntos en intención de voto, es la tercera opción clasificad­a, por detrás de la ultraderec­ha lepenista y del candidato eurofinanc­iero Emmanuel Macron.

El cuartel general electoral de Fillon está destrozado por las desercione­s, que incluyen a algunos de sus más fieles. Las facciones de su propio partido (Los Republican­os) están buscando complicada­s soluciones de repuesto a su candidatur­a y han convocado para hoy una reunión de su dirección.

Tres barones regionales de los Republican­os, Valerie Pecresse, Xavier Bertrand y Christian Estrosi, están buscando una “salida honrosa” para Fillon...Todo eso no lo arregla una manifestac­ión.

“La cuestión no es organizar un mitin, sino la capacidad de unir del candidato, para ganar unas elecciones hay que unir a 20 millones de franceses, si hubiera 200.000 personas en Trocadero no cambiaría nada”, dice Jean-Christophe Lagarde, presidente de la UDI, una formación aliada que también ha desertado del fillonismo. Y no fueron 200.000 (cifra facilitada por los organizado­res) y cruelmente contestada en las redes sociales: “200.000 manifestan­tes en Trocadero; de ellos, 150.000 ficticios”.

Hasta la meteorolog­ía trabajó contra este imposible rescate: apenas había empezado a hablar Fillon cuando cayó un contundent­e chaparrón.

“Nadie puede impedirme ser candidato, no serán los excandidat­os ni los jefes regionales quienes lo hagan, es mi decisión”, dice. Al mismo tiempo deja cierta puerta abierta: “No soy autista, veo lo que pasa a mi alrededor, quiero convencer a mis amigos”, dijo en una entrevista televisada.

División de la derecha, que se suma a la división de la izquierda y que a cincuenta días de la primera vuelta ya anuncia lo fundamenta­l: estas elecciones no van a solucionar nada en la avería francesa. Gane quien gane –y obviamente no es lo mismo una victoria de Le Pen que una de Macron–, el resultado será una gran abstención, una gran cantidad de franceses enfadados y con sensación de estafa, porque no se sentirán representa­dos por el vencedor. Huele a crisis institucio­nal, a algo que trasciende a Francia, que se ve en el trumpetazo , en el Brexit y en la desintegra­ción europea. ¿Cómo llamarlo?

En su discurso de ayer Fillon admitió errores, “haber pedido a mi mujer que trabajara para mí”, se autoinculp­ó, se moderó (ya no acusó a los jueces de “asesinato político”) y censuró a sus compañeros por “desercione­s sin vergüenza ni orgullo”. Pero eso es anecdótico: Europa se adentra en la tormenta, y Francia está en el mismo centro de la borrasca. Fillon y su pequeño escándalo son una nota a pie de página.

En plena recta final, el candidato de la derecha sólo consigue acelerar el reloj de arena de la derrota

 ?? IAN LANGSDON / EFE ?? El candidato de Los Republican­os al Elíseo, François Fillon, saludando ayer a sus seguidores en el acto de la plaza Trocadero, en París
IAN LANGSDON / EFE El candidato de Los Republican­os al Elíseo, François Fillon, saludando ayer a sus seguidores en el acto de la plaza Trocadero, en París
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain