El opositor a Kabila
ÉTIENNE TSHISEKEDI (1932-2017) Ex primer ministro y líder de la oposición congoleña
Me veo capaz de hacer cualquier cosa”. Así de seguro se mostraba Étienne Tshisekedi en una entrevista hecha en septiembre pasado sobre si se veía como el próximo presidente del Congo. El político africano de 84 años murió el pasado 1 de febrero en Bruselas en pleno proceso para echar del poder al presidente de la República Democrática de Congo, Joseph Kabila. Su muerte no podría haber llegado en peor momento, según los opositores del país.
Étienne Tshisekedi wa Mulumba nació el 14 de diciembre de 1932 en el Congo Belga. Estudió Derecho y entró en el gobierno como comisionado de justicia en 1960, poco después de que el Congo se independizara de Bélgica y se convirtiera en el país subsahariano más grande del continente africano. Rápidamente Tshisekedi fue subiendo puestos en el gobierno y ganándose la confianza del dictador del país durante la guerra fría, Mobutu Sese Seko. Se decía que la relación que mantenían los dos políticos era casi bipolar: un día Tshisekedi era designado ministro del Interior y poco después estaba bajo arresto domiciliario. Mobutu también lo nombró embajador de Marruecos y, unos años más tarde, ordenó torturarlo.
Pese a la buena imagen que tenía Étienne Tshisekedi entre los ciudadanos de su país, algunos gestos suyos creaban confusión sobre sus auténticos objetivos políticos y su colaboración con Mobutu tampoco ayudó. Fue uno de los redactores de la Constitución del país de 1967. Esta Carta Magna convertía al Congo en un Estado con partido único, lo que permitió a Mobutu asentarse en el poder durante 30 años.
En los noventa, con la caída del bloque soviético y las potencias occidentales abandonando África, el Congo (Zaire por aquel entonces) empezó una espiral de caos político y confusión que se ha prolongado hasta nuestros días. Al perder el respaldo financiero de Occidente, Mobutu optó por dar un giro democrático al país y nombró a Tshisekedi primer ministro. Ocupó el cargo en tres etapas alternativas: una duró 32 días entre septiembre y noviembre de 1991; otra, siete meses entre agosto del 92 y marzo del 93 y la última de doce días, del 7 al 19 de abril de 1997, durante la llamada Primera Guerra del Congo.
En 1997, la guerrilla de la vecina Ruanda, afectada por el genocidio de la etnia de los tutsis, y liderada por el militar y contrabandista Laurent Kabila tomó el control de la capital de Zaire, Kinsasha. Se autoproclamó dictador y renombró el país como República Democrática del Congo. Tshisekedi fue arrestado y torturado. Meses después, los contrarios a Kabila iniciaron otra guerra civil en el país, la Segunda Guerra del Congo (también llamada Guerra del Coltán).
En el 2001, Laurent Kabila fue asesinado por un guardia personal suyo y subió al poder su hijo, Joseph Kabila. Lejos de callarse, Tshisekedi siguió siendo un acérrimo opositor al gobierno del dictador. En el 2006 él y sus seguidores boicotearon las primeras elecciones presidenciales por considerarlas fraudulentas y en el 2011 se presentó como candidato para derrocar a Kabila. Perdió y denunció, apoyado por diversos organismos internacionales que controlaban los comicios, que las elecciones habían sido manipuladas.
En los años siguientes, Tshisekedi encabezó numerosas protestas ciudadanas contra el gobierno de su país. Fue el líder de la Unión por la Democracia y el Progreso Social, uno de los partidos políticos más importantes. Una de las últimas actuaciones políticas de Tshisekedi fue de la llamar a la calma a los ciudadanos del Congo después que el Tribunal Constitucional del país decretara que no habría elecciones hasta el 2018 lo que provocaba la persistencia en el poder del dictador Kabila.
La muerte de Tshisekedi deja descabezado el principal movimiento de oposición al régimen de Kabila. Los principales analistas africanos destacan la figura del político como de las más importantes del continente en los últimos años ya que, pese a estar y colaborar con el dictador Mobutu, con el régimen de Kabila consiguió mantener viva la oposición desde dentro del país, sin exiliarse. Con su muerte se abre otra etapa de incertidumbre política. Una más en el gigante del centro de África.