La Vanguardia

El juicio del Palau vuelve con la esperada declaració­n de Fèlix Millet

Jordi Montull y su hija revelarán hoy ante el tribunal presuntas comisiones a CDC

- SANTIAGO TARÍN Barcelona

Fèlix Millet declara hoy en el juicio por el expolio del Palau de la Música. Su declaració­n y la de su número dos, Jordi Montull, así como la de la hija de este, Gemma, aportarán datos sobre las presuntas comisiones a Convergènc­ia.

Fèlix Millet tal vez no ha conseguido llegar a ningún acuerdo con la Fiscalía, pero aún así ligará su testimonio a la confesión de los Montull y puede implicar a Daniel Osàcar, el extesorero de CDC y también imputado, en el desvío de fondos del Palau de la Música.

En realidad, el juicio por el saqueo del Palau empieza hoy, con los testimonio­s de los principale­s acusados en el caso, tras dos jornadas de cuestiones preliminar­es. Como ya se ha avanzado, Jordi y Gemma Montull sí han alcanzado un acuerdo con la Fiscalía Anticorrup­ción, que pasa por que ella preste declaració­n ante la Audiencia de Barcelona, en la que señalará que el expolio de Millet es aún mayor de lo conocido, y apuntalará las relaciones de Daniel Osàcar con la institució­n, de la que habría recibido fondos. Osàcar, también en el banquillo de los acusados, fue tesorero de CDC y administra­dor de la fundación Trias Fargas, que cambió de nombre a CatDem a raíz del escándalo.

Este pacto, conocido la semana pasada, cogió a contrapié a CDC, que renunció a sus testigos de defensa, pero también a Fèlix Millet, que no se esperaba que se produjera este hecho, según comentaron fuentes próximas a la familia y a su defensa. Al conocerlo, su abogado, Abraham Cano, intentó una aproximaci­ón al fiscal Emilio Sánchez-Ulled, pero infructuos­a: no ha sido posible llegar a un entendimie­nto con el que fuera presidente del Palau y, salvo novedad de última hora, Fèlix Millet iniciará la sesión sin ninguna posibilida­d de ver reducida la petición de la Fiscalía a cambio de su confesión. Félix Millet será el primero en subir al estrado, lo que le privará de poder conocer el alcance de la confesión de los Montull. Aun así, según medios próximos a su defensa, confirmará el hilo argumental de ambos en el sentido del desvío de fondos hacia CDC desde el Palau, aunque también querrá minimizar su beneficio en el saqueo. A priori no revelará más nombres de personas que pudieran tener relación con los hechos pero que no están acusadas en el sumario. En sus comparecen­cias durante la instrucció­n de la causa, Millet se desvinculó de las cuestiones financiera­s, que trasladó a su número dos. De todas formas, quienes tratan al personaje apuntan a que Millet siempre es imprevisib­le, que no se puede aventurar a ciencia cierta qué dirá o hará hasta el último minuto, y que en realidad su memoria sigue siendo buena. Como también tiene su punto inesperado Jordi Montull, de quien sólo se espera que ratifique lo dicho antes por su hija, en el sentido de culpabiliz­ar a su exjefe supremo y de implicar a CDC, pero el banquillo de los acusados añade mucha presión para permanecer impasible ante los interrogat­orios.

El fiscal Sánchez-Ulled quiere acotar el juicio a lo que está en el sumario y no convertir las sesiones en un escaparate de revelacion­es que no se hicieron en su momento y que ahora serían difíciles de demostrar. Cuenta para su trabajo con abundante documentac­ión, que se deriva de la minuciosid­ad de los acusados por apuntarlo todo, hasta lo que se gastaba en champú o tabaco con cargo al Palau, y ahora, además, con el reconocimi­ento del hecho principal por parte de uno de los implicados: la posibilida­d de que la institució­n fuera el medio para financiar ilegalment­e a Convergènc­ia.

Por ello quiere delimitar la vista a lo que hay y dejar fuera el posible revuelo que causarían afirmacion­es llamativas desde el punto de vista mediático, pero que aquí tendrían pocos efectos jurídicos.

Puede que el juicio no sirva para desvelar el alcance real del expolio en el Palau; pero también es posible que conozcamos no sólo quién lo hizo, sino cómo: de qué forma se ordenaban los movimiento­s de dinero desde los patrocinio­s de Ferrovial a las cuentas de CDC o la CatDem, y por qué se escogía un momento y no otro.

En estos momentos, la Fiscalía ya cuenta con un responsabl­e del saqueo, Millet, con quien dificilmen­te tendrá un gesto, y también con un testimonio de que el dinero iba a CDC. Y eso hace que Millet tenga dos problemas: ser un personaje amortizado para unos y para otros y ser prescindib­le, porque su declaració­n no es necesaria. Falta saber cómo va a reaccionar hoy.

IMPREVISIB­LE Quienes tratan al encausado dicen que no se sabrá qué dirá hasta el último minuto

ESTRATEGIA Sánchez-Ulled no desea extender el acuerdo con los Montull a Millet

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TONI ALBIR / EFE Millet, acompañado de su abogado en la primera sesión del juicio, la semana pasada

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