Rusia, EE.UU. y Turquía tratan de no entorpecerse en Siria
Ankara organiza una reunión de los jefes militares de los tres países
La ciudad mediterránea de Antalia, destino tradicional de los turistas rusos que visitan Turquía, fue ayer el lugar elegido para que Estados Unidos, Rusia y Turquía vayan repartiéndose o coordinando la acción bélica en la vecina Siria, país devastado por una guerra civil que dura ya seis años y que se ha convertido en el principal campo de batalla contra el Estado Islámico (EI).
Los gobiernos de Washington, Moscú y Ankara organizaron un encuentro inédito entre los jefes de sus respectivos ejércitos. De la reunión entre Joseph Dunford, Valeri Guerasímov y Hulusi Akar no se había informado con anterioridad, pero el Gobierno turco le dio ayer importancia al difundir imágenes de los generales. Los ministerios de Defensa de Rusia y Turquía confirmaron que los principales temas que trataron fue la situación militar en Iraq y Siria.
Mientras el ejército iraquí pone cerco al EI en la ciudad de Mosul, en Siria el objetivo es Raqqa, convertida en la capital de los territorios ocupados por los yihadistas.
Pero estos planes contra el Estado Islámico, enemigo común de todos, pueden verse entorpecidos por los intereses de cada uno de los países. Mientras Rusia apoya al régimen de Bashar el Asad en la capital, Damasco, Estados Unidos está con la oposición. Turquía también da soporte a la oposición, con la excepción de los kurdos, a quienes por el contrario defienden Rusia y Estados Unidos.
Este rompecabezas se puso de manifiesto el pasado fin de semana, cuando los ejércitos de las tres potencias se encontraron cerca de Manbij, a 30 kilómetros de la frontera turca. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había dicho que la ciudad, controlada por las guerrillas kurdas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), era su próximo objetivo después de tomar el mes pasado Al Bab.
El ejército turco interviene directamente en Siria desde agosto pasado apoyando a las milicias sirias contra el EI. Sin embargo, su principal objetivo es expulsar a los kurdos del territorio que han controlado cerca de su frontera y hacerles retroceder al este del río Éufrates.
Soldados de Estados Unidos, que dirige la coalición internacional contra el EI en Siria e Irak, y un convoy humanitario ruso evitaron el sábado con su presencia una ofensiva turca sobre Manbij. El lunes el primer ministro turco, Binali Yildirim, aseguró que Turquía no planea una operación militar sobre la ciudad sin antes llegar a un acuerdo con EE.UU. y Rusia. “Sin coordinación no habrá grandes resultados, y la situación puede resultar confusa”, dijo el jefe del Gobierno en el canal de televisión Haber, citado por Reuters. El Pentágono dijo, por su parte, que sus tropas habían tomado posiciones a las afueras de Manbij para intentar poner fin a las tensiones.
Los kurdos de las FDS son la punta de lanza con la que cuenta Washington para atacar Raqqa. En contra de la opinión de Ankara, Moscú también cree que las fuerzas kurdas son importantes en la lucha contra el EI. De hecho, el lunes tomaron el control de la carretera al este de Raqqa, que la comunica con la siguiente ciudad que controla el EI al este, Deir Ezzor.
Yildirim dijo que su país busca un “mecanismo trilateral” para limpiar esa zona de “grupos terroristas”. El primer ministro señaló que la cumbre de Antalia seguirá hoy.
En el plano político, la cooperación entre estos países podría fortalecerse esta semana, ya que el viernes Erdogan se reúne en Moscú con el presidente de Rusia, Vladímir Putin. El líder turco deja la puerta abierta a combatir de forma conjunta al EI. “Si Rusia lo propone, podríamos juntos llevar a cabo operaciones contra el EI”, dijo Erdogan, citado por el periódico Yeni Safak.
Una cooperación similar no se ve posible en Washington. Según la agencia AP, que el pasado fin de semana citaba una fuente de la Administración estadounidense, la Casa Blanca “no está dispuesta a corto plazo a tratar con el Kremlin una estrategia común de lucha con el Estado Islámico y otros proyectos relacionados con la seguridad nacional”. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, respondió que Rusia está dispuesta a seguir la lucha contra el EI por su cuenta.
Los intereses particulares podrían poner en riesgo el próximo objetivo contra el EI: Raqqa