El Govern encarga a Junqueras buscar una salida al presupuesto con la CUP
Intenso debate en el Gabinete sobre cómo afrontar el dictamen del Consell de Garanties
Munté ratifica el “compromiso irrenunciable” con la consulta para calmar a los anticapitalistas
El Govern buscará una solución al dictamen del Consell de Garanties Estatutàries que declara inconstitucional la disposición adicional trigésima primera de los presupuestos sobre el referéndum que a la vez sea respetuosa con el criterio del órgano consultivo de la Generalitat y permita mantener el pacto con la CUP para la aprobación definitiva de las cuentas. Esta es la conclusión a la que ha llegado el Gabinete de Carles Puigdemont después del debate interno sobre la cuestión que sus integrantes protagonizaron en la reunión de ayer, que concluyó con el encargo al vicepresidente Oriol Junqueras de negociar la salida con las formaciones partidarias de la celebración de la consulta, esto es la CUP y Catalunya Sí que es Pot, amén de Junts pel Sí.
Aunque parezca la cuadratura del círculo –la CUP se opone en redondo a alterar el texto de la disposición–, el Govern está convencido de que no lo es, porque en realidad considera que el dictamen del Consell de Garanties Estatutàries no pone en peligro los presupuestos en la medida en que “el compromiso del Govern con el referéndum es irrenunciable” y “no depende de la disposición adicional ni se ve alterado por el dictamen”, según precisó la portavoz Neus Munté en la rueda de prensa posterior a la habitual reunión de los martes. “La voluntad y el mandato es hacer el referéndum y hacerlo bien, y lo que políticamente sería grave es que nos desviásemos de este compromiso, pero nosotros no nos desviaremos”, garantizó la consellera de Presidència, en un mensaje dirigido muy especialmente a la CUP para despejarle la más mínima duda sobre la “voluntad granítica del Govern” en esta cuestión.
Neus Munté se encargó de hacer público este criterio después del intenso debate que se había producido en el seno del Gabinete de Carles Puigdemont con relación a cómo afrontar el dictamen del Consell de Garanties Estatutàries. Sobre la mesa que compartían el presidente, el vicepresidente y los consellers se pusieron, según explicaron a La Vanguardia fuentes del Govern, tres opciones: dejar intacta la disposición y hacer caso omiso al órgano consultivo, suprimirla directamente o modificar el redactado buscando la transacción con las enmiendas que presenten los grupos en el Parlament. Miembros tanto del PDECat como de ERC expusieron los pros y los contras de las opciones más extremas ante la posible reacción de la CUP y otros, también de los dos partidos, expresaron, en cambio, la necesidad de que bajo ningún concepto el Govern podía desobedecer a un órgano de la Generalitat por mucho que su resolución no fuese vinculante. Y algunos consellers, también de los dos partidos, se mostraron incluso claramente partidarios de retirar el texto cuestionado.
A pesar de los diferentes puntos de vista, y después de un debate que según las mismas fuentes transcurrió por cauces muy serenos, la opción de buscar un redactado alternativo que intente satisfacer a todas las partes fue la que pareció tener mayor aceptación, y por ello, a partir de aquí, se encargó a Oriol Junqueras abrir negociaciones para encontrar “la herramienta más eficaz y segura” –en palabras de la portavoz del Govern– que garantice tanto la celebración del referéndum como la aprobación de los presupuestos. Una negociación que el vicepresidente y titular de Economia tendrá que desarrollar fundamentalmente con la CUP –en la medida en que es el socio con que se han pactado las cuentas y la hoja de ruta del proceso soberanista–, aunque sin cerrar las puertas a Catalunya Sí que es Pot, que ya ha presentado una enmienda para corregir la disposición de acuerdo con el criterio del Consell de Garanties Estatutàries.
El Govern, de hecho, es consciente de que tiene más posibilidades de pactar un nuevo redactado sobre el referéndum con los comunes que con los anticapitalistas –contrarios a tocar ni una coma del texto actual– y está convencido de que, pese a ello, “los presupuestos no estarán en peligro”, subrayó Munté. Las negociaciones, en todo caso, se abrirán en las próximas horas, con la voluntad de encontrar una salida que permita que el Parlament apruebe los presupuestos del 2017 cuanto antes mejor. La idea del Govern sería poder hacerlo, por ejemplo, en un pleno extraordinario la próxima semana, aunque falta todavía el dictamen del mismo Consell de Garanties Estatutàries sobre la llamada ley de acompañamiento que podría retrasarlo aún más. De momento, ayer la mesa del Parlament fijó el plazo de presentación de enmiendas subsiguientes al dictamen y ahora todo queda pendiente, una vez más, del desenlace de la negociación política.