La prohibición de coches viejos no va acompañada de más metro
El plan de transporte de la Generalitat se centra en Rodalies, Ferrocarrils y autobuses directos
Un día después de la cumbre en la que Generalitat y ayuntamientos metropolitanos se pusieron de acuerdo para vetar los coches más contaminantes a partir del 2019, el Govern aprobó el plan de transporte de viajeros de Catalunya 2020, un documento que define las directride ces generales para mejorar los servicios de transporte público interurbano durante los próximos cuatro años.
El conseller de Territori i Sostenibilitat, Josep Rull, dijo el lunes que la prohibición de circulación iría acompañada de alternativas “sólidas y fiables” para garantizar la movilidad de los trabajadores. El plan presentado ayer apunta algunas líneas de actuación pero no supone ninguna apuesta ambiciosa ni revolucionaria para convencer a los conductores de que dejen el coche aparcado. No aparece ninguna mención estratégica referente al metro de Barcelona, ni tan siquiera al ramal de la L9 hacia la Zona Franca, cuya inauguración está prevista para el año que viene. Tampoco hay referencias al tranvía.
El documento –con inversiones por valor de 2.080 millones de euros– pone el foco en potenciar el servicio de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), finalizar el despliegue de una red de autobuses directos y la optimización de Rodalies, aunque este último aspecto queda supeditado al hipotético traspaso completo (“trenes, estaciones vías y catenarias”) pedido al Ministerio Fomento. El Gobierno se opone por completo a la propuesta de Rull y trabaja en un nuevo plan de inversiones que aún no ha presentado.
Escarmentados por las promesas incumplidas de los últimos años, la línea de actuación para atraer usuarios al transporte público prioriza la mejora de la oferta ferroviaria que
está en la mano del Govern sin tener en cuenta lo que pueda llegar de Fomento. En Rodalies, el Gobierno catalán busca “reducir la saturación en las horas punta, optimizar el material móvil, mejorar la eficiencia con mayor cadencia e incorporar servicios semidirectos para ganar la batalla de la velocidad comercial”.
El principal elemento para facilitar una mínima reconfiguración de la oferta de Rodalies es el desdoblamiento de la vía entre Vandellòs y Tarragona, cuya entrada en servicio se espera para el año que viene. Y poca cosa más se podrá hacer si no se invierte más en la infraestructura. Por eso, Rull volvió a insistir en la reclamación del traspaso completo de Rodalies aunque Fomento haya dicho por activa y por pasiva que no contempla esa opción.
En Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) la mejora pasa por consolidar el servicio en Terrassa y Sabadell. La prolongación en Terrassa ha hecho ganar desde el verano del 2015 un 11% de usuarios a la línea del Vallès. En Sabadell, la primera de las estaciones abiertas el pasado mes de septiembre ha supuesto un incremento del 1,8% de pasajeros. La segunda fase, que incluye la inauguración de tres nuevas estaciones en primavera, se espera que aporte 10 millones de usuarios nuevos hasta el 2020. Para absorber el incremento previsto el Gobierno catalán ya ha iniciado los trámites de compra de 15 nuevos trenes que permitirán incrementar frecuencias y dar respuesta al aumento de la demanda. Las nuevas unidades, que reducirán el lapso de paso a los cinco minutos, se irán incorporando a partir del 2019, coincidiendo con las restricciones de circulación a los vehículos más contaminantes.
La inversión más importante prevista en FGC es la prolongación de la línea del Llobregat desde plaza Espanya hasta la estación de Gràcia. Serán 4,1 nuevos kilómetros de túnel y tres nuevas estaciones con un presupuesto estimado de 321 millones de euros. La obra conectará las líneas del Llobregat y el Vallès y se calcula que puede beneficiar a más de 19 millones de viajeros anuales.
El plan también pone el foco en los autobuses. Se contempla la finalización del despliegue de la red exprés.cat, que facilita el transporte hasta Barcelona y otros polos económicos importantes desde municipios del entorno sin paradas intermedias. Para este 2017 están previstas las conexiones de Barcelona con Mollet y de Lleida con Alcarràs. La apuesta por el autobús también marca en el horizonte del 2020 nuevas estaciones en Girona, Lleida, Puigcerdà, Berga, la Bisbal d’Empordà, Falset y Mollerusa. Contemplado pero sin fecha queda la redacción del proyecto de un intercambiador en la Diagonal de Barcelona. Además, se redactará una agenda de actuaciones para mejorar la velocidad comercial de estas líneas. Una solución estratégica planteada es la priorización semafórica para autobuses. El otro reto pendiente en este aspecto son los carriles bus pendientes de construir en la C-31, la B-23 y la C-245.
El catálogo de actuaciones se completa con un plan de inversiones para garantizar la adaptación del conjunto de estaciones de la red de transporte público para personas con movilidad reducida.