Erdogan eleva el tono antieuropeo con su referéndum a un mes vista
“El nazismo sigue vivo”, señala el líder turco tras pleitear con Suiza, Holanda, Austria y Alemania
“El nazismo sigue vivo en Occidente”, afirmó ayer el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en un mitin dentro de la campaña para el referéndum convocado en abril a fin de aumentar los poderes presidenciales. La retórica antieuropea domina el discurso de Erdogan tras una sucesión de incidentes diplomáticos con Austria, Alemania, Holanda y Suiza, mientras que Dinamarca pidió ayer el aplazamiento de la visita del primer ministro turco en solidaridad con Holanda.
Recep Tayyip Erdogan volvió ayer a la carga en su cruzada contra Europa y en una nueva andanada aseguró que “el nazismo sigue vivo en Occidente”. El presidente turco, que busca el apoyo de los expatriados turcos para cambiar la Constitución y ampliar sus poderes, echa así más leña al fuego después de una serie de desencuentros diplomáticos con Suiza, Austria, Alemania, y especialmente Holanda, que han prohibido mítines de varios dirigentes turcos que iban a pedir el voto a favor de Erdogan en el referéndum para la reforma constitucional previsto para el 16 de abril.
Erdogan quiere convertir a Turquía en una república presidencialista y busca el voto de los 5,5 millones de turcos que viven fuera del país. Sólo en Alemania hay 1,5 millones con derecho a voto.
Erdogan, que el sábado ya acusó de “nazis”, “fascistas” y “cobardes” a los holandeses, anunció ayer que su país no se reconciliará con Holanda, su aliado en la OTAN, hasta que “pague por lo que ha hecho”. También pidió a “las organizaciones internacionales” que sancionen a Holanda.
Las autoridades holandesas vetaron el sábado la entrada de dos ministros. Al de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavasoglu, que iba a viajar en avión, le negaron el permiso de aterrizaje. La de Familia y Asuntos Sociales, Fatma Betul Sayan Kaya, entró en Holanda por carretera pero fue detenida por las fuerzas antidisturbios frente al consulado turco en Rotterdam y escoltada de vuelta a la frontera alemana.
El Gobierno del liberal Mark Rutte prohibió los mítines de ambos ministros “por razones de seguridad”. Este miércoles hay elecciones legislativas en Holanda y la campaña ha versado sobre los inmigrantes y la identidad neerlandesa.
La ofensiva mitinera turca ha causado disturbios en Holanda. Partidarios de Erdogan, por ejemplo, se enfrentaron el sábado por la noche a la policía frente al consulado turco en Rotterdam.
También ha habido disturbios en Estambul. Decenas de personas se concentraron ayer por la mañana frente al consulado holandés en Estambul. Un hombre saltó la verja, arrió la bandera holandesa y la sustituyó por la turca al grito de “Dios es grande”.
“Si los holandeses sacrifican sus relaciones con Turquía por las elecciones del miércoles, pagarán un precio por ello”, amenazó Erdogan en un mitin ayer por la tarde. “Quien amenaza a mis ministros de una manera vergonzante, pagará. Quien suelta a los perros y su odio, pagará”, insistió.
El presidente turco acusó a los países occidentales de islamófobos. “Pensaba que el nazismo se había terminado –dijo–, pero estaba equivocado. El nazismo sigue vivo en Occidente”.
Esta retórica juega a su favor en la campaña del referéndum. Desde que superó el golpe de Estado del pasado verano ha aumentado sus ataques a Europa. Los países europeos, por su parte, consideran que Erdogan quiere instaurar un régimen autoritario.
El primer ministro Rutte, que ya había comentado que el referéndum turco de abril va en dirección contraria a la idea de democracia, pidió a Erdogan que se disculpe por unos comentarios “del todo inaceptables”. “Holanda –explicó– fue bombardeada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Es totalmente inaceptable hablar así”.
El primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen, pidió al Gobierno turco que posponga la visita del primer ministro Binali Yildirim, prevista para el día 20. “No sería apropiado –dijo– en vistas de los ataques (turcos) a Holanda”. “Los principios democráticos están bajo presión en Turquía”, añadió. Lo mismo piensa el ministro austriaco de Asuntos Exteriores al comentar que se prohibió el mitin de un ministro turco porque iba a aumentar la tensión y erosionar la política de integración austriaca.
El primer ministro danés pide a su homólogo turco que posponga su visita “por los ataques a Holanda”