Hedda tiene Facebook
‘Filla del seu pare’ actualiza en el Teatre Lliure el clásico de Ibsen
Aunque se acaba destruyendo a sí misma y a los demás, no es la mala, ni la antipática, ni la loca que tantas puestas en escena suelen retratar. O eso asegura el director de teatro Pau Miró: “Todos podemos ser Hedda Gabler, en tanto que entre aquello que somos y aquello que enseñamos a los otros normalmente hay mucha distancia”. Hedda Gabler, estrenada en 1891, es el título de una de las grandes obras de teatro del noruego Henrik Ibsen. Y el nombre de su heroína, una mujer hija de un aristocrático general aburrida de su nuevo marido y de la sociedad que la rodea. Y la compañía Solitària ha trasladado a la época actual y lo presenta desde este miércoles en el Teatre Lliure de Montjuïc bajo el título de Filla del seu pare en una versión en la que Hedda tiene Facebook.
Después de todo, explica Miró (Barcelona, 1974), en la obra de Ibsen está la temática de la apariencia, de lo que queremos proyectar de nosotros mismos. Y en ese sentido las redes sociales actuales son ideales. Hedda está obsesionada con mostrar en ellas la vida supuestamente normal que ha elegido. “Tiene una adicción al escaparate que ahora podemos entender muy bien como sociedad, ese enganche constante a estar presentes en las redes y mostrar una parte de nosotros que tiende a ser chachi. Lo que en Ibsen era la aristocracia y el querer quedar bien frente a la sociedad aquí se traslada a Facebook”, explica Miró, al que la compañía Solitària, integrada por los actores Pol López, Júlia Barceló y Pau Vinyals y por Aleix Aguilà, autor de la nueva versión del clásico, fueron a buscar para que dirigiera este montaje.
Para Barceló, la obra es como un thriller psicológico que “te lleva a sitios terroríficos. Hedda es una mujer brillante con una educación muy rigurosa, militar. Viene de una familia brillante, con mucho poder. Y escoge a Tesman como marido de manera práctica para tener una vida cómoda y no enfrentarse a sus miedos. Se dice que es cobarde, yo creo que es muy valiente. Sabe que no quiere luchar, que no ha nacido para luchar constantemente. Y pese a saber que tiene unos gustos, unas excentricidades y un carácter que no encajan con la sociedad, quiere hacerlo porque cree que es el camino más cómodo y fácil. Eso la lleva a la autodestrucción. A través de los ojos de Lövborg, un amigo de infancia, ve lo que podría llegar a ser pero no es, porque no está dispuesta a luchar continuamente contra la sociedad”, señala.
Miró explica que se trata de una versión de Hedda Gabler desacomplejada, irreverente y personal. “Es Ibsen pero hay mucho de Aleix Aguilà. Reduce la obra a tres personajes y la acción, que transcurre entre la noche de fin de año y el día siguiente, comienza como una especie de vodevil y va avanzando hacia la oscuridad, devorando los personajes y la esperanza. La obra habla de la contradicción entre quién es Hedda y quién querría ser. De sus ideales como ser humano y la imposibilidad de encajarlos en una sociedad y una estructura mediocres. Cada vez ve que encaja menos y se esfuerza más y ese esfuerzo por encajar acaba siendo devastador para ella y los que la rodean”, concluye.
La necesidad de aparentar que muestra la obra encaja con el mundo de las redes sociales, dice Pau Miró