Un congresista de EE.UU. indigna al apoyar la xenofobia de Wilders
Los republicanos radicales, y entre estos no pocos altos cargos de la Administración Trump, no son precisamente admiradores del concepto Europa.
Su antieuropeísmo se matiza al expresar admiración por circunstancias que se producen en el Viejo Continente. El presidente Trump es uno de los grandes palmeros del Brexit, al que ve como la pieza del dominó que cae y puede arrastrar al resto.
Otros, ante el creciente protagonismo de políticos de ultraderecha, miran hacia Europa, o hacia una versión, con gran admiración y como argumento para que aflore su nacionalismo blanco sin reparos.
El último exponente de esta vertiente es el congresista Steve King, republicano por Iowa (estado 90% blanco) y pirómano habitual por su racismo, que parece abrazar abiertamente el supremacismo al jalear al ultraderechista holandés Geert Wilders.
“Wilders entiende que la cultura y la demografía marcan nuestro destino”, según expresó King en su cuenta de Twitter respecto a las propuestas del holandés de prohibir la entrada de musulmanes y el Corán, y que incluso ha calificado de “escoria” a los inmigrantes marroquíes. Pero lo que ha provocado más reacciones ha sido el añadido de King, de 67 años, en otro micromensaje: “No podemos restaurar nuestra civilización con los niños de otros”.
En esta época en que los nacionalistas blancos se sienten más que cómodos, David Duke, líder de este movimiento, antiguo responsable
El representante republicano Steve King dice que la civilización no se salva “con los hijos de los otros”
del Ku Klux Klan (KKK) y admirador de Trump, salió de inmediato en defensa del congresista. “Dios bendiga a Steve King”, escribió.
Sin embargo, voces de una bancada y de la otra coincidieron en la crítica hacia King. Carlos Curbelo, su colega de cámara y de partido, le planteó si a él, por su origen cubano, lo califica como uno de esos otros. “El comentario más racista que he oído nunca de un legislador en activo”, remarcó Bruce Bartlett, exconsejero de los presidentes Ronald Reagan y George Bush padre.
Sostener que esto es lo peor que ha salido de su boca no resulta tarea fácil. King dijo el pasado julio que “los blancos han contribuido más” al desarrollo que ningún “otro subgrupo”, en especial en Estados Unidos y el occidente de Europa, “allá donde está la huella de la cristiandad para forjar el mundo”.