Palíndromos cinematográficos
Los miembros del CPI contemplan la elaboración de frases capicúa (palíndromos) como un género literario
El mundo del cine genera galas con profesionales que recogen premios y expenden agradecimientos. Réplicas locales de la madre de todas las galas, en Hollywood, que este año ensayó un nuevo premio al peor final en un giro argumental ensobrado digno de Bonnie & Clyde. Cada año el movimiento Rever organiza un Premio Internacional de Literatura Palindrómica para frases capicúa en castellano que aludan a un tema. La séptima edición iba de cine. El ganador fue un abogado de Terrassa residente en Matadepera, Joan Tomás Sementé. El palíndromo cinematográfico premiado dice: “Rajó mal, asoma salacot. Tragó Bogart: Tócala, Sam... o sal a mojar”. Los miembros del Club Palindromista Internacional, con fuerte presencia mexicana pero dirigido por los catalanes Pere Ruiz y Jesús Lladó, contemplan la elaboración de estas frases de pie forzado como un género literario. Esta es su reivindicación y en eso se fundamentan para convocar debates periódicos de naturaleza casi escolástica. Del primero, suscitado por Ruiz en el 2007 sobre la calidad, surgió un decálogo del buen palíndromo. En el 2009 convocaron dos, uno sobre la definición del palíndromo como texto literario simétrico, coordinado por Xavi Torres, y otro por María José Abia sobre la autoría palindrómica. En el 2010 Josefet Fuentes coordinó uno sobre la aptitud palindrómica de las lenguas y ahora acaban de iniciar otro sobre los procesos de creación palindrómica, coordinado por Salvador Jover.
Estas reflexiones acompañan una actividad frenética de creación textual que justifica la convocatoria de premios literarios como el que acaba de ganar Joan Tomàs Sementé. Basta leer los palíndromos cinematográficos nominados para darse cuenta de la magnitud de los congéneres del “Català a l’atac”. Las menciones especiales fueron para los siguientes palíndromos cinematográficos: “Oro o Diego. Callas. Enójate Zorro, Zeta-Jones allá coge ido oro” (Rodrigo Marroquín), “Otro con Al Pacino tomó tónica: plano corto” (Raúl Ortiz), “Medraba la Greta Garbo su peli. Le puso braga tergal a Bardem” (Javier Álvarez), “Ten acá tu bala, otro corto a LaButaca.Net” (David Loyo), “Seven icónica peli, dieron. Y no reí. Dile, Pacino, ¿cine ves?” (Markos Gimeno), “Ama Dalai Lama Sodoma. Socorra párrocos. Amó dos Amalia la dama” (Pompilio Iriarte), “A iraní, corta peli sí le patrocinaría” (Eladi Erill). Siempre que recibo noticias de estos aguerridos palindromistas pienso en el gran Noel Clarasó, que en la década de los sesenta publicó una columna que reflejaba su fascinación por los palíndromos, fundamental en su rareza. Sostenía Clarasó que sólo se conocían media docena de ejemplos en castellano. Si levantase la cabeza... “Osar alcé, Clarasó”.