Madrid deja para el 2025 prohibir los coches antiguos
El Ayuntamiento de Carmena presenta el plan de calidad del aire con 30 medidas, entre ellas, circular a 70 km/h por la M-30
Mucho cambiará Madrid en los próximos años si se llevan a cabo la treintena de medidas para combatir la contaminación que ayer presentó el equipo municipal que lidera Manuela Carmena. La ciudad tomada literalmente por el coche desde hace décadas dejará poco a poco paso a los peatones. Un ambicioso plan, que seguro contará con numerosos detractores pese a que es Bruselas la que impone la obligación de actuar, y que incluye desde la reducción de la velocidad por la circunvalación M-30 a 70 km/h como el cierre a los turismos de paso de toda la almendra central. Sin embargo, la decisión de prohibir la circulación de los vehículos antiguos y, por lo tanto, los más contaminantes se retrasa hasta el 2025. En Barcelona, estos tendrán prohibido circular seis años antes, desde el 1 de enero del 2019.
“Hoy presentamos el plan A de calidad del aire de Madrid. Es el plan A porque no puede haber un plan B. No podemos vivir con un aire lleno de óxido de nitrógeno que pone en peligro nuestra salud”, indicó Carmena durante la presentación de un plan cuyas primeras medidas se pondrán en marcha en el 2018 hasta el 2025, año en el que los
coches de gasolina matriculados antes de 2000 o diésel antes de 2006 (para entonces, un 20% del parque móvil madrileño) no podrán circular. La inversión prevista es de 544 millones de euros, gran parte destinado a actuaciones sobre
movilidad y el parque móvil municipal, así como a la red viaria y el espacio público. El gobierno municipal estima que las medidas reducirán en un 20% las emisiones de óxido de nitrógeno para el 2020.
Entre las medidas más visibles del plan destaca la limitación permanente de velocidad en la M-30 y los accesos a Madrid desde la intersección con la M-40, algo que sólo se realizaba hasta ahora temporalmente durante episodios de alta contaminación. “Los episodios de alta contaminación han dejado de ser anecdóticos, de continuo producen una situación que no se puede tomar como excepcional y los niveles se acercan a niveles de urgencia para actuar”, indicó la concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés.
El Consistorio creará un área central de cero emisiones el próximo año dirigida a potenciar el transporte público y peatonal y enfocada a limitar casi por completo el tráfico de paso en la almendra central de la ciudad. Para compensar las restricciones al tráfico, se ampliará el sistema público de bicicletas eléctricas o el uso de vehículos eléctricos y se renovará la flota municipal con vehículos menos contaminantes. Y los taxis que se renueven a partir del 2018 deberán ser etiquetados como Cero o Eco.
Además, se crearán zonas 30 en las que los vehículos no podrán cir-
El servicio de bicicleta y el de vehículos eléctricos se ampliará y la flota municipal se renovará
cular a más velocidad que los 30 kilómetros por hora, como la que se proyecta ya para buena parte del distrito de Chamberí, y se incrementarán de forma progresiva las plazas de aparcamiento subterráneo dedicadas a los residentes en detrimento de las de rotación.
A partir de 2018, se construirán 12 aparcamientos disuasorios (9.570 plazas) con la intención de que se dejen los vehículos para acceder al centro en transporte público.
En definitiva, un ambicioso plan para una ciudad, Madrid, acostumbrada al tráfico, pero que desde hace meses ha hecho suya la necesidad de vivir en un ambiente más limpio. Los continuos episodios de contaminación han movilizado las conciencias.