La catástrofe de los pinos
El Maresme reclama la declaración de zona de actuación urgente en los bosques afectados por el escarabajo ‘Tomicus’
El gobierno del Consell Comarcal del Maresme (CCM) solicitará al Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat la declaración de zona de atención urgente para los bosques del Maresme con cubierta vegetal de pino piñonero. La rápida propagación de la plaga del escarabajo perforador Tomicus piniperda, ya afecta a 800 hectáreas de pinedas en los bosques del litoral y podrían llegar a las 5.000 hectáreas durante los próximos años. Una situación que incrementa el riesgo de incendios forestales por la acumulación de árboles muertos, lo que obliga a una actuación rápida que exige más recursos sobre la gestión forestal “para evitar males mayores”, asegura el presidente del CCM, Miquel Àngel Martínez.
Los últimos informes técnicos son alarmantes. Sólo las operaciones para retirar la madera de los árboles muertos hasta ahora ya superan el millón de euros de presupuesto, una cifra muy alejada de los cincos millones que serían necesarios para que la gestión forestal fuera óptima. Hasta el momento, la Generalitat ha destinado 100.000 euros y la Diputación de Barcelona, 85.000 euros.
La sequía y el ataque de las diferentes plagas como el propio Tomicus, la oruga procesionaria y el hongo Thyripsis Halepensis, ya han provocado la devastación de 500.000 pinos piñoneros sin que las expectativas de futuro sean más optimistas. Sin la aplicación de una política de forestal sobre unos bosques con la mayoría de extensión en manos privadas, el impacto ambiental puede llegar a tener proporciones catastróficas e incluso provocar situaciones de grave peligro ante el riesgo de que, en época de tormentas, se produzcan grandes riadas originadas por la deforestación de las cabeceras de la cuenca.
El 65% de las extensiones pináceas pertenecen a 5.400 propietarios particulares. El pino piñonero es la especie dominante en los bosques del Maresme y copa 6.500 hectáreas de las 24.969 hectáreas forestales de la comarca, por lo que el impacto de las plagas es claramente visible, con grandes extensiones de pinos que adquieren tonos marrones y grisáceos. La destrucción es total en el 20% de los bosques del litoral entre Alella y Tordera, aunque la plaga también ha invadido los bosques de Vallromanes y La Roca (Vallès Oriental).
Los técnicos detallan que, en épocas de climatología óptima, los pinos tienen sus propias defensas, pero la falta de agua y la excesiva densidad forestal provocan su extrema debilidad y la aparición de plagas. Por ello, la Generalitat optó por una actuación agresiva hasta finales de febrero, ya que es la época en la que el escarabajo perforador permanece en el interior del árbol construyendo las galerías. La solución implica la destrucción de la madera con métodos manuales para evitar que el insecto se reproduzca y ataque otros árboles. Posteriormente se procede a la tala y destrucción de la madera. En marzo, los adultos vuelven a emerger hacia la copa del árbol, donde se alimentan del interior del ramaje y pasan a otros ejemplares sanos. Las señales del ataque son grumos de resina en la corteza y los restos de serrín en la base del pino perforado.
La plaga ha destruido medio millón de árboles y en pocos años aniquilará el 20% de las pinedas de la franja del litoral
parte de los fondos del PSUC.
Esta, según el director, podría ser la vía para completar su colección de arte del siglo XX. “Es un escándalo que no la podamos exponer, que le tengamos que pedir a Vila Casas que haga lo que no hacemos nosotros”, dice Serra. Y aquí reaparece el proyecto aún pendiente de ampliar el museo con uno de los pabellones de Fira de Barcelona, que le permitirá ganar espacio y aproximarse “psicológicamente” a la ciudad. “No está encallado”, asegura Serra, pero necesita del impulso de las instituciones y de un plan realista, factible, que nada tiene que ver con aquella Explanada de los Museos que “más parecía una proyección propia de los Juegos Olímpicos que de un plan realista y sostenible”. Cree que el nuevo gobierno municipal trabaja también en esa línea e insiste en que es una “vergüenza” que el único medio de transporte público para llegar al MNAC sea el bus turístico o que eventos como el Salón del Automóvil, que se celebra en abril y coincide con la Nit dels Museus, impida durante dos semanas el acceso por la avenida Maria Cristina. “Pediré una indemnización”, anuncia. Y no será la primera vez que lo hace.