A las órdenes de Lucifer
La catalana Júlia Fontana se ha hecho un hueco en Hollywood como guionista de la segunda temporada
Cuando escribe un episodio, se traslada a Vancouver para supervisar el rodaje
Tiene conectado el manos libres. Se oye como cierra el coche y entra en los estudios de la Warner Bros en Burbank, cerca de Los Ángeles. Mientras explica en qué consiste su trabajo intercala unos cuantos “buenos días” en castellano porque saluda a los trabajadores al entrar por la puerta. “Aquí hay mucho personal de habla hispana”, explica Júlia Fontana, la catalana que trabaja a las órdenes de Lucifer . No es que haya vendido su alma al diablo, aunque cualquiera podría pensarlo al saber que con 32 años es la guionista más joven de la serie. Si existe el sueño americano, ella es un ejemplo.
Esta antigua estudiante de Comunicación y Audiovisual en la Universitat Pompeu Fabra se incorporó al equipo durante la segunda temporada, que está emitiendo HBO España, y que gira en torno al diablo, que está tan aburrido de su vida terrenal que decide ayudar a la policía a resolver crímenes. Después de leer un guion suyo sobre Fritz Lang, el Sundance Institute la recomendó para el programa de diversidad de Fox, que tiene como objetivo encontrar jóvenes talentos que rompan el molde del hombre blanco. Tres meses después de empezar el taller de guionistas y de reunirse con los jefes de ficción del canal, recibió una llamada: “Me preguntaron si veía Lucifer y evidentemente dije que sí”. Les había gustado un proyecto suyo que había llamado la atención de la industria y que no había recibido luz verde (Cleo, un drama teen centrado en Cleopatra). Cuando acabe la temporada de Lucifer, ya tendrá dos episodios con su nombre en los créditos.
Lo que más le ha sorprendido del trabajo es que Tom Ellis, el protagonista, hace que el rodaje sea divertido: “Cuando tienes un actor que se toma la serie en serio y que es puntual, se sabe el guion y está de buen humor, el resto del equipo siente la necesidad de estar a su altura”. Esta es una de las diferencias entre el cine y la televisión, que en una serie es un equipo que trabaja de manera continuada. La otra es que los guionistas son los máximos responsables: “Los directores son como mercenarios: vienen, hacen su episodio y se marchan, mientras que los guionistas tenemos una relación constante con el equipo y tenemos que conocer toda la serie”.
Uno podría pensar que escribir en Hollywood es esclavizante, pero no es el caso de Fontana: está entrando a trabajar a las diez de la mañana y predice que saldrá a las seis en punto. “No me puedo quejar porque mis jefes saben gestionar muy bien el tiempo, el dinero y la creatividad, y entienden que haces mejor el trabajo cuando has descansado”, dice Fontana, que está más que acostumbrada al clima californiano y valora poder tener una casa ideal con jardín por el mismo precio por el que alquilaría un apartamento en el centro de Barcelona.
Quien piense que la jerarquía militar es difícil de aprender, mejor que entre en una sala de guionistas. Fontana es el equivalente a un soldado raso (staff writer) y por encima tiene unos cuantos cargos (executive story editor, co-producer, supervising producer, co-executive producer) hasta llegar a los productores ejecutivos, o showrunners, que son Joe Henderson e Ildy Modrovich. “Estamos en una sala de reuniones rodeados de pizarras donde escribimos las ideas que nos gustan”, explica sobre el día a día. Por ejemplo, recibió el encargo de coescribir el décimo episodio porque es la décima en la jerarquía. ¿Y qué hizo? Irse a casa con las notas de los compañeros, escribir el episodio, enviarlo a la productora Warner Bros (que lo devolvió con apuntes), enviarlo al canal Fox (más apuntes), y finalmente trasladarse al rodaje en Vancouver para asegurarse de que funcionaba, que lo respetaban y resolver dudas.
Pero la historia de Fontana no viene de la nada. En el 2009 se trasladó de Sant Gervasi a EE.UU. con una beca Fulbright y en este tiempo no ha dejado de mover guiones por Hollywood. “Has de confiar en que tendrás un golpe de suerte y entender que nunca has conseguido estabilidad, que siempre te pueden excluir”, dice pensando en el futuro. Pero la cuestión es que ahora trabaja para el diablo y, según adelanta, cuentan con ella para la tercera temporada.