El discreto encanto de la filantropía
PERE MIR I PUIG (1919-2017) Químico, empresario y filántropo
Nacido en Barcelona en el año 1919, Pere Mir i Puig, doctor en Ciencias Químicas, fue profesionalmente un industrial químico que se dedicó a la investigación, síntesis y fabricación de diferentes productos químicos ampliamente utilizados, cosa que le permitió promover importantes patentes, algunas de las cuales todavía se utilizan.
Pere Mir creó varias empresas, la más importante de las cuales fue el Grupo Derivados Forestales, fundada en el año 1942. Esta empresa fue pionera en una técnica nueva para extraer el formol de la madera, hecho asociado con un gran riesgo debido a su complejidad, y que estableció su carácter de emprendedor. Pere Mir siempre fue una persona amante de la ciencia y apasionado por la innovación, firmemente convencido de que el futuro de un país depende en gran parte de la investigación como base de la innovación y motor del desarrollo económico.
Fue esta pasión por favorecer la investigación y el retorno a la sociedad desde la filantropía lo que le llevó a crear la Fundació Cellex en el año 2002, aunque sus actividades filantrópicas ya habían empezado muchos años antes, como por ejemplo con la creación de la residencia para personas mayores Casa Pairal en su querida Vilassar de Mar.
Pere Mir, mediante la Fundació Cellex, ha sido un extraordinario filántropo de la ciencia en Catalunya. Muchas instituciones, centros de investigación, universidades y hospitales se han beneficiado de su generosidad. Su mecenazgo ha permitido mejorar la investigación no sólo en el ámbito biomédico, sino también en varias áreas de la física, la química, las matemáticas y las ingenierías.
En el ámbito formativo ha promovido programas para estudiantes de bachillerato especializados en ciencia y matemáticas, así como un programa de dobles licenciaturas. Además, en el ámbito clínico ha financiado múltiples equipamientos tecnológicos que han contribuido a mantener la excelencia de nuestra sanidad, así como acciones para favorecer al tercer sector. En reconocimiento a su tarea, Pere Mir fue galardonado con la Creu de Sant Jordi, el Premi Nacional de Recerca y la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Barcelona, entre otros.
Pere Mir ha sido siempre una persona próxima a los investigadores y médicos empujándonos al esfuerzo diario continuado para innovar y para trabajar con el objetivo de hacer una sociedad mejor. Al mismo tiempo, le gustaba la discreción y prefería que se hablara de sus acciones más que de él personalmente. Es un ejemplo excepcional de filantropía y de apuesta por la ciencia, con una personalidad adornada de una gran vitalidad y optimismo. Tenía una curiosidad y pasión por el conocimiento inagotables, sólo comparables al afecto que tenía por sus numerosos amigos.
Pere Mir ha constituido un modelo de empresario humanista y extraordinario filántropo, que ha sido primordial para la promoción de la investigación científica en nuestro país durante los últimos años. Los efectos de sus acciones perdurarán durante décadas. Ciertamente, es una de aquellas personas que han contribuido a hacer el mundo un poco mejor.