La Vanguardia

Las donaciones llegan al MNAC

Pepe Serra continuará cinco años más

- TERESA SESÉ

“La colección de este museo viene de la sociedad civil. No es una colección real como la del Prado”

“Es un escándalo que no podamos exponer el siglo XX. No podemos pedir a Vila Casas lo que no hacemos nosotros”

“Que el único medio de transporte público para llegar al MNAC sea el bus turístico es una vergüenza”

Pepe Serra (Barcelona, 1969) continuará al frente del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) otros cinco años más, según un acuerdo que ratificará el Patronato de la institució­n el próximo día 6 de abril. Tras un lustro en el cargo, su proyecto de futuro se parece mucho a aquel con el aterrizó en el Palau Nacional de Montjuïc en el 2012, cuando “esto era lo más parecido a estar en una UVI”, y sin embargo el museo ha experiment­ado cambios sustancial­es. Ha ganado peso intelectua­l. Ha doblado su público de puertas para adentro (los 400.000 visitantes del 2012 se han convertido en 800.000) y se ha multiplica­do exponencia­lmente puertas a fuera, gracias a sus depósitos en museos de toda Catalunya y a una política flexible de préstamos a centros de todo el mundo (sólo el año pasado salieron de sus fondos rumbo a diferentes exposicion­es 438 obras). Pero acaso el cambio más radical, y el que determinar­á en buena medida su futuro, es que la colección empieza a crecer a buen ritmo gracias a la nueva política de adquisicio­nes de la Generalita­t y, sobre todo, a las donaciones de coleccioni­stas particular­es que empiezan a ver el MNAC como un lugar apetecible para donar o depositar sus obras.

“Un museo que no ingresa es un museo muerto”, enfatiza Serra, y en ese sentido muestra su satisfacci­ón por el hecho de que durante en periodo que ha sido director se han incorporad­o un total de 314 piezas entre pinturas, grabados, dibujos, fotografía­s y objetos. El museo, pese a que sigue sin contar con un presupuest­o propio para compras, ha podido rescatar de las salas de subastas –con la intervenci­ón de la Generalita­t, que ha ejercido el derecho de tanteo– obras importante­s como El balcó de Albert Ràfols Casamada, un óleo de 1947, o una acuarela de Marià Fortuny inspirada en el Retrato de Inocencio X de Velázquez que se mostrará por primera vez en la exposi- ción que dedicará el Museo del Prado al artista de Reus el próximo mes de noviembre. Otra fuente de ingresos ha sido el Pla Nacional de Fotografía impulsado por la Generalita­t, que dispone de un presupuest­o anual de 150.000 euros (va por el tercero) y que para el MNAC ha significad­o el enriquecim­iento de su fondo con originales de Pere Formiguera, Colita, Joan Fontcubert­a o Joana Biarnés, entre otros.

Las donaciones, según Pepe Serra, que durante años han sido poco más que una rareza en el MNAC –a diferencia de otros museos como el de Montserrat, donde hay un flujo continúo– se han disparado a raíz de la donación Gallardo, veinte pinturas medievales, de los siglos XII al XVI, que en parte donó y en parte entregó como dación en pago del empresario y coleccioni­sta Antonio Gallardo Ballart (presidente de los laboratori­os Almirall) a la Generalita­t. Un ejemplo de filantropí­a que según el director ha disparado las llamadas al museo de coleccioni­stas interesánd­ose aunque, considera, sería de gran ayuda un incentivo fiscal que alentasen las donaciones. “La colección de este museo viene de la sociedad civil. No es una colección real como la del Prado, es como volver a su origen”. El “efecto Gallardo” ha disparado en los últimos tiempos donaciones como la de Maria Rosa Fernández Palau en memoria de su marido Jaume Casañes (La dona impúdica de Àngel Planells o

Accidental­itat de la dona de Remedios Varo), una vidriera de Joaquim Mir donada por Rosa Maria Trinxet, un Joan Ponç legado por Manuel Maria Bosch o, en fin, un retrato de Lenin que lleva la firma de Ràfols Casamada que formaba

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain