A la sombra de Maquiavelo
Tal vez no es la eminencia gris de la Administración Trump, pero, desde hace semanas, se menciona a Michael Anton como una voz que deberían escuchar quienes quieren entender el pensamiento que orienta la nueva política exterior estadounidense. Actualmente Anton es el asesor de comunicaciones estratégicas del presidente en el Consejo de Seguridad Nacional. American Affairs le ha publicado un artículo que, según la revista, fue escrito antes de que aceptara el cargo y que, por lo tanto, como suele decirse en estos casos aunque no sea siempre cierto, sólo refleja un punto de vista personal. El artículo se titula “America and the liberal international order”. Y el punto de vista que expresa puede sintetizarse en tres tesis. La primera recuerda que el orden internacional liberal nació en 1945 para servir los intereses de seguridad, prestigio y prosperidad económica de EE.UU. La segunda constata que han pasado muchos años y que los tiempos y las circunstancias han cambiado. Y la tercera apunta que hay que reformar el viejo orden internacional liberal para adaptarlo a los intereses presentes de EE.UU.
Anton desarrolla la hoja de ruta de esta reforma y la identifica con los planteamientos de Trump. En primer lugar, habría que dejar de tomar el libre
comercio como la palabra de Dios y mirar de acomodar la ideología que lo enaltece a los intereses económicos actuales de la nación. En segundo lugar, habría que repensar el sistema de alianzas, particularmente la OTAN, que debería reformarse asumiendo que el terrorismo y la inmigración ilegal masiva han sustituido el comunismo como amenaza. En tercer lugar, habría que abandonar la idea de que hay que apostar por la expansión ilimitada del orden internacional liberal. Anton opone esta última directriz a la doctrina de los neoconservadores, aún hegemónica en el establishment de EE.UU. A su entender, el intervencionismo neocon ha convertido el orden liberal, nacido como un instrumento, en un fin. Y ha olvidado que, aunque el orden liberal puede estar bien para el club de los países ricos, la democracia es una flor rara que no nace en todas partes y que puede ser contraria a los intereses estadounidenses cuando su retórica se toma al pie de la letra.
Las críticas al artículo de Anton no se han hecho esperar. El experto en relaciones internacionales Paul D. Miller ha recordado al asesor que, aunque tenga razón sobre los objetivos del orden internacional liberal, puede resultar impolítico hablar de ello tan abiertamente. También le ha indicado que es abusivo criticar lo que han dicho los responsables políticos anteriores sin tener en cuenta el público a que se dirigían y los objetivos que se proponían en cada momento. Evidentemente, Anton no desconoce que el discurso con que critica lo que los neocon decían a un público amplio coincide con el discurso que los mismos
neocon elaboraban para un público más reducido. Las razones por las cuales habla abiertamente de lo que otros trataban de manera más discreta se pueden buscar en Maquiavelo, de quien es un lector especialmente atento.
Michael Anton desarrolla la hoja de ruta de una reforma del orden internacional liberal y la identifica con los planteamientos de Trump