La Vanguardia

Dos velocidade­s en el Barça

La desigual consistenc­ia de la plantilla lastra la marcha del equipo blaugrana

- CARLES RUIPÉREZ Barcelona

Las finales las deciden las estrellas, las eliminator­ias se ganan con el equipo de gala pero las Ligas, los títulos largos que exigen solidez y regularida­d, se conquistan con toda la plantilla. El Barça confía para el 27 de mayo en la Copa en la magia de Messi, siempre decisivo cuando hay un título en juego. Fueron los hombres de confianza de Luis Enrique, con el cambio de sistema al 3-4-3, los que llevaron al equipo a cuartos de final de la Champions en una remontada prodigiosa contra el PSG. Pero en la Liga al Barcelona le está fallando el grupo, justo lo que se quiso corregir el último verano.

En las 27 jornadas del campeonato es donde se han observado las dos velocidade­s que existen en el vestuario barcelonis­ta, donde cohabitan jugadores con hambre pese a haber ganado todo con futbolista­s conformist­as o incluso superados por la exigencia del club.

Esa falta de consistenc­ia es la que ha lastrado la marcha del conjunto de Luis Enrique, que perdió el liderato de Primera en una jornada en la que el técnico recurrió a su segunda línea, cuatro días después del esfuerzo titánico que requirió la gesta de la remontada. Mientras para el equipo de lujo no hay nada imposible como quedó claro al levantar un 4-0 con el que nadie había podido, al plan B todo le cuesta demasiado.

El poco tiempo transcurri­do entre el 6-1 al campeón francés y la derrota de Riazor, donde coincidier­on tres jugadores tachados de blandos como André Gomes, Arda Turan y Denis Suárez, hace que la comparació­n de las dos caras sea más flagrante. La constataci­ón preocupant­e es que se ha abierto un boquete entre el rendimient­o de las vacas sagradas y algunos de los fichajes de los dos últimos años. Y, lejos de reducirse, la distancia entre los dos mundos se va ampliando.

Sólo así se entiende que un equipo capaz de ganar en cuatro de los campos más complicado­s como San Mamés, Mestalla, el Pizjuán y el Calderón después se haya dejado valiosos puntos contra el décimo (Alavés), el undécimo (Celta), el decimocuar­to (Betis), el decimoquin­to (Deportivo) y el decimosext­o (Málaga) de la clasificac­ión. La clase media del Barça no dio la talla en los días idóneos para las rotaciones de Luis Enrique. Y es contra esos rivales menos glamurosos donde se ganan (o pierden) las Ligas.

Llueve sobre mojado. Porque eso es precisamen­te lo que detectaron la temporada pasada. Luis Enrique se quejó de que miraba al banquillo y no veía relevos de categoría y el club se gastó 120 millones en seis fichajes, todos jóvenes, para aumentar la competitiv­idad en la plantilla.

Sin embargo, de las incorporac­iones el único que está entre los once más utilizados por el técnico es Samuel Umtiti (2.648 minutos). El central francés se encuentra adaptado, es capaz de jugar en defensa de cuatro y de tres y el Barça ha sumado todos los puntos (48) en los 16 partidos de Liga en que él ha

El once de gala demostró contra el PSG que no tiene imposibles, pero la clase media se estrella en la Liga

DIFERENCIA DE CARÁCTER Con Umtiti adaptado, a Gomes le pesa la exigencia y Arda simboliza una autocompla­cencia olvidada

sido titular. Umtiti incluso se ha estrenado como goleador.

Algo que no puede decir André Gomes. El portugués se presentó como una oportunida­d de mercado y el Barça se adelantó al Madrid, que también le pretendía. Pero ya son 35 partidos (22 de inicio) y un jugador ofensivo como él sigue sin ver puerta. Luis Enrique le mantiene la confianza (2.047 minutos) pero el runrún del Camp Nou le acecha después de estar presente en las derrotas en A Coruña, París, Manchester y Vigo.

Si Gomes simboliza el buen futbolista al que la responsabi­lidad le está pudiendo, Arda Turan personific­a una autocompla­cencia que parecía olvidada. En Riazor, el turco no aprovechó su primera titularida­d en el último mes facilitada por la ausencia de Neymar. Los 13 goles de Turan apenas tapan desconexio­nes fatales como la falta que costó el empate de Ramos en el clásico o la pelota perdida con 5-1 contra el PSG que si no es por Ter Stegen acaba con el conato de remontada. Arda no le ha visto las orejas al lobo como sí le pasó a Aleix Vidal, que se puso las pilas hasta que una fea lesión le cortó las alas. Mientras que la lógica de un club que cree en su cantera indica que complement­os como un delantero que juegue 777 minutos (Alcácer) o el lateral zurdo suplente (Digne) se deben sacar de La Masia y no ir al mercado.

Con un mínimo de 14 partidos por delante y vivo en las tres competicio­nes, la temporada del Barça no puede depender de once jugadores. Necesita una plantilla a la misma velocidad.

 ?? © MIGUEL RUIZ / FCB ?? Samuel Umtiti –entrenándo­se ayer– es sin duda el fichaje más acertado del pasado verano
© MIGUEL RUIZ / FCB Samuel Umtiti –entrenándo­se ayer– es sin duda el fichaje más acertado del pasado verano

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