El ‘súper’ español de armas de guerra para terroristas
El polvorín pertenecía a una banda desarticulada en Bizkaia, Cantabria y Girona
Más de nueve mil fusiles Cetme de distintos modelos, cerca de un millar de otras armas largas: Mauser, Bergmannn o Beretta; e incluso ametralladoras antiaéreas, unos 400 obuses o granadas, así como diversas pistolas y revólveres. Este es el enorme arsenal que tenía en su poder una banda dedicada al tráfico de armas desarticulada el pasado mes de enero, que contaba con ramificaciones internacionales, y que la Policía Nacional presentó ayer en sus dependencias de Bilbao. En el transcurso de aquella operación también se detuvo a un vecino de Girona.
Según fuentes policiales, la red adquiría armas de guerra que estaban inutilizadas sirviéndose de cauces legales para hacerlo, con toda la documentación en regla, para así no levantar sospechas. Cuando las tenían en su poder, añadían o reparaban las piezas destruidas: todas las armas que compraban, puntualizó la policía, estaban inutilizadas por sistemas “obsoletos” que las convertían en fácilmente “reactivables”. Una vez preparadas para entrar de nuevo en combate las vendían tanto a grupos terroristas como a otros de delincuencia organizada. Sus características y calibre facilitaban su venta en el mercado negro.
La operación, denominada Portu, forma parte de una investigación conjunta con Europol y comenzó con el seguimiento de las armas empleadas por un terrorista que atacó el Museo Judío de Bruselas en mayo del 2014. En aquel atentado, protagonizado por un ciudadano francés de origen argelino, murieron cuatro personas.
Los cuerpos de seguridad de España al tirar del hilo acabaron desarticulando la organización criminal dedicada al tráfico ilícito de armamento cuyo arsenal se presentó ayer. A raíz de aquella investigación, una de las más importantes de la historia reciente de España contra este tipo de comercio ilegal, fueron arrestadas cinco personas, entre ellas un vecino de Joanetes, en la Garrotxa, de 52 años, que quedó en libertad provisional. El hombre ya había sido detenido en el 2012 por delitos parecidos.
En el marco de la operación también se hicieron seis registros y detenciones en Cantabria, así como en los municipios vizcaínos de Galdakao y Getxo. En esta última localidad, muy cercana a Bilbao, se halló un sofisticado taller dedicado a la manipulación y reactivación del armamento. La policía también se incautó tras aquellos registros de diversos instrumentos para modificar los números de serie y herramientas que permitían falsificar la documentación de las armas de nuevo activas.
Para Europol, la operación Portu es una buena noticia no sólo para la seguridad nacional, sino para luchar contra este tráfico ilegal en el conjunto de Europa.
Se da la circunstancia de que los terroristas que actuaron contra la publicación satírica Charlie Hebdo en el 2015 utilizaron también armas que volvieron a activar tras comprarlas inutilizadas en una armería eslovaca, una práctica habitual que permite acceder más fácilmente a un arma, en ocasiones también a un precio más bajo de lo habitual.
Uno de los cinco detenidos es un vecino de la Garrotxa que tenía antecedentes por tráfico