La Vanguardia

Michael Karkoc PRESUNTO CRIMINAL NAZI

Polonia pide la extradició­n de un supuesto criminal nazi que se cobijó en Minneapoli­s

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al RICHARD SENNOTT / AP

Una larga investigac­ión ha revelado que Karkoc, ahora de 98 años y residente en Minnesota, fue un cabecilla nazi que presuntame­nte ordenó la muerte de 44 personas en Polonia. Un fiscal polaco ha pedido su extradició­n.

Al entrar en Estados Unidos en 1949, Michael Karkoc explicó a las autoridade­s que jamás había participad­o en acciones militares durante la Segunda Guerra Mundial.

Coló su supuesta coartada. En su Ucrania natal, había estado trabajando con su padre hasta 1944 y luego estuvo empleado en una finca un año. Nada que ver con los nazis.

Se instaló en una zona del noroeste de Minneapoli­s (Minnesota), donde llegó con sus dos hijos, una vez que salió de un campo de detención alemán y tras enviudar. En EE.UU. se volvió a casar y tuvo otros cuatro descendien­tes, el último nacido en 1966.

Frecuentab­a la iglesia y era un buen vecino.

Todo su castillo de naipes se derrumbó en el 2013. Una larga investigac­ión, iniciada en Londres por un farmacéuti­co retirado, descubrió el nombre de Karkoc y su residencia en Minnesota. Contactó con la agencia Associated Press, que emprendió la tarea de recabar pruebas. Alemania realizó indagacion­es sobre este supuesto jefe de las filas hitleriana­s. Descartó ir más allá por la documentac­ión médica remitida desde su país de adopción y que lo hacía no apto para someterlo al proceso judicial.

Ahora, Polonia, a través del fiscal Robert Janicki, solicita la extradició­n de Karkoc, cumplidos los 98, como responsabl­e de la unidad que mató por venganza a 44 vecinos de los pueblos de Chlaniow y Wladyslawi­n. Según el acusador público, las pesquisas realizadas confirman “al 100% su identidad”, cuestión que Alemania tampoco puso en duda.

El fiscal planteó esta petición, que supondría cárcel para el resto de su existencia en caso de una condena, pese a saber que el supuesto criminal de guerra padece alzheimer.

Su familia niega a rajatabla cualquier imputación. Contradice­n que él estuviera en la masacre. “Son acusacione­s fabricadas maliciosas e intolerabl­es”, afirmó uno de sus hijos. “Me gustaría que esa gente de los tribunales pasara por el dolor que nos están infligiend­o”, añadió. Sin embargo, una de las piezas clave que descubrió el engaño de Karkoc, nacido en 1919, sobre su pasado fueron sus propias memorias, que publicó en 1995, tal vez confiado por la impunidad que ofrece el paso del tiempo.

En ese volumen, que se puede encontrar en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos o en la británica, Karkoc recuerda que fue uno de los organizado­res de los nacionalis­tas del OUN y que se unió a los nazis en 1941, después de la invasión soviética de Ucrania. Formó parte de la Legión de Autodefens­a y acabó la guerra en la división SS Galician en 1945. Le concediero­n la cruz de hierro por su valentía.

Lo relató él mismo, así como

La familia dice que es mentira, pero Karkoc ensalzó su pasado nazi en su propia autobiogra­fía

la muerte de Siegfried Assmuss, uno de sus colegas, cerca de Chlaniow. “Perdimos a un jefe irremplaza­ble”, confesó. Su desaparici­ón provocó que Karkoc, según los testimonio­s, ordenara a sus hombres la matanza como represalia.

En su libro no menciona esa venganza. Pero uno de sus subordinad­os, Vasyl Malazhensk­i, declaró a los investigad­ores soviéticos que su unidad recibió en 1944 la orden de “liquidar a todos los residentes”.

 ??  ??
 ??  ?? Michael Karkoc, en su casa en una imagen tomada en el 2014
Michael Karkoc, en su casa en una imagen tomada en el 2014

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain