¿Dónde está Wert?
El exministro de Cultura ha presentado su retrato.
Con la cabeza alta, desafiante, cómodamente sentado en un sillón rojo, en una postura que no invita al esfuerzo que tanto pregonaba para los demás, con un aire no exento de soberbia... Así es el retrato que desde ayer cuelga en el Ministerio de Educación del que fue su titular desde el 2012 hasta el 2015, José Ignacio Wert, uno de los ministros peor valorados de la democracia. Durante su mandato, no sólo no consiguió el aprobado de los ciudadanos, sino que nunca superó un triste dos, puntuación que aceptaba con el mismo gesto que recoge el retrato. Aunque al cuadro, del pintor Rafael González Cidoncha, le falta su peculiar sonrisa irónica.
Al acto asistieron el actual ministro, Íñigo Méndez de Vigo, y la que fue secretaria de Estado de Educación Montserrat Gomendio, con la que se casó a las pocas semanas de dejar el ministerio y con la que vive en París en la residencia que costea el Gobierno en París (Wert es el embajador de España ante la OCDE, entidad en la que trabaja su esposa). Todo queda en familia... eso sí, con fondos públicos.
Era la primera vez que Wert aparecía en el ministerio desde que lo dejó en junio del 2015, un encuentro íntimo que sólo pudieron recoger los redactores gráficos, ya que no se permitió la entrada a los periodistas. Desde Educación se justifica en que el acto era un “mudo”. Sólo imagen. Vamos, por no decir, no han dicho siquiera cuánto ha costado a los españoles el citado retrato, pese a que es Méndez de Vigo el que lo autoriza. Bien es cierto que en algunas ocasiones la presentación del retrato se realiza sin invitación a la prensa, pero llama la atención que en esta ocasión se informe a los periodistas de un acto de reconocimiento (Wert, inmortalizado entre grandes figuras en el palacete de Alcalá) al que no se les permite la entrada. Máxime cuando Wert es el responsable de una ley educativa, la Lomce, rechazada por toda la comunidad educativa y que ahora, en el caso de que se alcance un pacto de Estado, será modificada, al menos en parte. ¡Lástima no haber podido preguntarle sobre cómo interpretaba la eliminación de las reválidas que con tanto ahínco defendió!
Es posible que ya no tenga respuestas sobre este tema, absorto en su cometido de embajador en París. El PSOE critica que el Gobierno haya escondido a Wert. Curioso, también, que desde la oposición nadie haya pedido explicaciones al Gobierno sobre la designación del exministro como embajador siguiendo los pasos de su mujer.
Ningún partido de la oposición ha preguntado al Gobierno sobre la designación de Wert como embajador