Alemania planea multar a las redes ante el ‘ciberodio’
Importes de hasta 50 millones por no borrar calumnias y ‘fakes’
Alemania se propone poner freno al
ciberodio que circula por internet. El ministro de Justicia, Heiko Maas, presentó ayer un proyecto de ley para poder imponer multas de hasta 50 millones de euros a las redes sociales que no eliminen o bloqueen con rapidez los mensajes de incitación al odio y las noticias manifiestamente fake (falsas) que les sean señalados. Así, el Ministerio de Justicia planea exigir a las redes sociales la publicación de un informe trimestral sobre sus actuaciones en ese ámbito, que incluiría el número de empleados dedicados a borrar y frenar contenido que vulnere las leyes alemanas relativas a discurso de odio y calumnia.
Según el plan de Maas, las redes deberán ofrecer a los usuarios un mecanismo de queja “fácilmente reconocible, que pueda utilizarse de modo directo, y que esté siempre disponible”, para que indiquen “contenido perseguible”, como libelo, calumnia, difamación, incitación a la delincuencia, discurso de odio contra un grupo social concreto o amenazas. Entonces, las compañías tendrán que revisar las quejas y borrar el contenido ilegal en siete días, mientras que el contenido “claramente ilegal” deberá ser borrado en 24 horas. También deberán informar al usuario que presentó la queja sobre el resultado de su reclamación.
No cumplir esas regulaciones podría llevar a una multa de hasta cinco millones de euros para el empleado responsable de procesar la queja concreta, y de hasta 50 millones de euros para la compañía. El proyecto de ley aún debe recibir el visto bueno de la canciller, la democristiana Angela Merkel, e iniciar después el periplo parlamentario, pero el socialdemócrata Maas cree que podría ser adoptado antes del fin de la legislatura, el próximo septiembre. Democristianos y socialdemócratas gobiernan en coalición, por lo que en principio no deberían tener dificultades para conseguir sacar adelante el texto.
El ministro de Justicia, Heiko Maas, lleva dos años negociando sobre esta cuestión con empresas gigantes de internet como Twitter, Facebook y Youtube, reclamándoles más compromiso en la eliminación de comentarios xenófobos, racistas, sexistas y de odio en general. En diciembre del 2015, varias redes sociales aceptaron revisar y suprimir tales comentarios en línea en Alemania con un margen de 24 horas. Eran los meses inmediatamente posteriores a la apertura de fronteras a los refugiados (ese año llegaron 890.000) decretada por Merkel, y en internet hervían los discursos agresivos.
Uno de los casos más conocidos, porque llegó hace poco a los tribunales, ha sido el del refugiado sirio Anas Modamani, que se hizo una selfie con la canciller en septiembre del 2015 y la colgó en Facebook. La imagen fue luego manipulada y reenviada por usuarios de las redes sociales calificándole de terrorista. Modamani demandó a Facebook, y el juicio civil empezó el pasado 7 de febrero. Pero el tribunal de Wurzburgo rechazó la demanda con el argumento de que no era responsabilidad de Facebook rastrear los mensajes que pudieran ser ofensivos y eliminarlos.
Respecto al compromiso alcanzado a finales del 2015, Heiko Maas afirmó ayer en un comunicado que Facebook y Twitter habían perdido su oportunidad de colaborar. “El compromiso adquirido por las compañías produjo mejoras al principio, pero no son suficientes. Se borran pocos comentarios, y no son borrados con suficiente rapidez”, señaló.
El ministro lo corroboró citando un estudio de la oenegé Jugendschutz.net (que significa “protección de la juventud”). Según el estudio, realizado en enero y febrero de este año, Facebook suprimió el 39% de los contenidos ofensivos que le indicaron los usuarios en Alemania, y Twitter eliminó sólo el 1%. La estadounidense Facebook asegura que hace todo lo posible, pero sostiene que es difícil diferenciar lo que es penalmente perseguible y lo que no.