Un gran mecenas
En el hospital Sant Joan de Déu Barcelona hemos sido testigos directos de la gran generosidad de Pere Mir. Su apuesta por hacer progresar la sociedad mediante el avance de la ciencia también llegó al ámbito de la pediatría, donde realmente resulta más complejo conseguir recursos públicos o de la industria para aumentar la investigación.
Sin duda, a una persona de su inteligencia no le pasó por alto que solamente podrán escribir el futuro quienes ahora apenas miden un metro y sólo piensan en jugar día y noche. Por eso, las enfermedades raras que afectan a los niños fueron parte de su interés y, desde hace años, financiaba becas de investigación en nuestro hospital que, con seguridad, darán esperanza a muchas enfermedades todavía sin cura.
También su fundación, Cellex, pensó en ir más allá en la salud de los más pequeños, por eso hizo posible adquirir un TAC y una resonancia magnética de última generación.
La manera como quiso devolver a la sociedad su agradecimiento por haberle permitido llegar a cotas tan altas es todo un ejemplo. Ojalá hubiera más personas capaces de entender la responsabilidad social como él la entendió.
En Sant Joan de Déu le recordaremos siempre.
Muchas gracias, Pere Mir.