Los inspectores relativizan los correos sobre Bankia
Declaran los exjefes de inspección del Banco de España
Más que una investigación sobre el fracaso de la salida a bolsa de Bankia, lo que parece haberse abierto estos días en la Audiencia Nacional es un amplio debate sobre el valor probatorio de unos correos electrónicos incluidos en el sumario. La ronda de declaraciones que a este respecto está llevando a cabo el juez encargado del caso, Fernando Andreu, prosiguió ayer con la comparecencia del jefe de grupo de inspectores del Banco de España, Pedro Comín, y el director del departamento en los tiempos de dicha salida a bolsa, Pedro González. Y ambos –que dimitieron días atrás, sólo unas horas después de ser citados como investigados por el juez– relativizaron el valor de los correos en los que el inspector del Banco de España José Antonio Casaus advertía de los riesgos de la operación, considerándola inviable.
Para la Sala Penal de la Audiencia Nacional era preciso profundizar en la base de estos mensajes y determinar cuál era el recorrido que siguieron. Sin embargo, los sucesivos interrogatorios están sirviendo no tanto para averiguar si la advertencia fue seria y tuvo consecuencias como para examinar si tales correos fueron algo más que una opinión subjetiva, basada en meras impresiones y sin efectos.
En este contexto, la declaración ayer de Pedro Comín y de Pedro González sirvió sobre todo para constatar que en el seno del Banco de España no se le dio especial trascendencia a la visión crítica expresada por el inspector Casaus sobre la salida a bolsa de la entidad financiera que presidía Rodrigo Rato. Ambos comparecientes manifestaron, en este sentido, que los correos contenían, a su juicio, “opiniones a futuro”, ya que se referían a hipótesis financieras, pero sin cuestionar las cuentas de la entidad aprobadas hasta marzo del 2011. Estas cuentas fueron las que se tomaron en consideración para dicha operación de salida a bolsa.
Comín explicó que no envió los correos de Casaus a sus superiores, aunque pudieron conocerlos. De hecho, añadió que no lo estimó necesario porque le parecieron de menor rigor que informes más formales del propio José Antonio Casaus en los que no se hacía mención alguna sobre su falta de confianza en la viabilidad de la salida a bolsa con éxito. En este sentido, Comín añadió que probablemente el citado inspector utilizó criterios “precipitados” y quizá no estaban “suficientemente pensados”.
En un documento redactado por Pedro Comín en abril del 2011 y que él mismo aportó ayer a la Audiencia Nacional, se sostiene que “la adecuada” estrategia de capitalización presentada por la entidad financiera “incrementa notablemente las posibilidades de éxito”. No obstante, reconoce que el Banco de España no disponía de toda la información para valorar “adecuadamente” la viabilidad de la operación.
Comín no envió formalmente los e-mails de Casaus a sus superiores por no estimarlo necesario