Mercados millonarios
Trece años después, Tarragona estrena hoy su remodelado mercado Central. El edificio, de corte modernista, pedía a gritos una puesta al día, aunque pocos imaginaban en el 2004 que la intervención casi triplicaría la inversión anunciada inicialmente –de 17 a 47 millones– y mucho menos, que la reapertura de una instalación vital para la salud comercial del centro de la ciudad se retrasaría más de una década. Como tantos otros proyectos, este nació como promesa electoral, ha sido arma arrojadiza en los plenos municipales, blanco de críticas y víctima de la más que delicada situación económica de los ayuntamientos durante los años más álgidos de la crisis. También la remodelación del mercado del Ninot de Barcelona (de casi 21 millones) se retrasó (aunque sólo tres años) y ocho años después, continúa la de Sant Antoni, cuyo coste superará los 70 millones, aunque allí el Ayuntamiento espera 400.000 visitantes cada veinte días, lo que casi multiplica por tres toda la población de Tarragona.