El Gobierno sufre su primera gran derrota, que evidencia debilidad
La oposición, incluido Ciudadanos, tumba el decreto ley de los estibadores
El Gobierno de Rajoy sufrió ayer su primer gran varapalo parlamentario. La oposición –con la abstención de Cs– impidió que se aprobara su decreto ley sobre los estibadores, lo que puede suponer una multa de la UE de 134.000 euros diarios.
No fue el mejor día para Mariano Rajoy, pero en el PP están seguros de que habrá días aún peores. El Congreso echó ayer abajo el decreto ley que regula el trabajo de los estibadores de acuerdo con una sentencia del Tribunal de la UE, si bien lo de menos –aunque no para el Gobierno– era el asunto. La oposición convirtió ayer la votación de este decreto ley en una votación política, en una llamada de atención para decirle al Gobierno que no puede seguir por ese camino, que está en minoría y que tener 137 escaños le obliga a gestionar de forma muy distinta a cuando tenía mayoría absoluta.
Prepotencia, falta de diálogo, ausencia de negociación y hacer oídos sordos a todo lo que se le decía es lo que le echan en cara al Gobierno hasta los socios preferentes del PP, Ciudadanos y CC. Una actitud, aseguran, que se repite demasiadas veces, de ahí ese toque de atención, “para que el Gobierno se dé cuenta de su debilidad”.
El revés político infligido al Gobierno cayó como una bomba sobre Rajoy, que el día anterior creía tener posibilidades de sacar adelante la iniciativa, confiando en la responsabilidad de la oposición. Malestar sobre todo con Ciudadanos, aseguran en la Moncloa, que el día anterior les había asegurado por dos veces que votarían a favor, lo que les permitía llegar a los 175 escaños, la mitad de la cámara, y les hacía albergar esperanzas de que saldría adelante. Sin embargo ayer, Ciudadanos se abstuvo, y llegó la derrota. Un fracaso que le duele más a Rajoy por el hecho de que ponga en tela de juicio aquello de lo que presume en Europa, su estabilidad. Rajoy se ha dado de bruces contra la realidad, después de unos primeros meses de gobierno en minoría en los que todo parecía ser fácil, y había logrado aprobar asuntos importantes gracias al PSOE “por responsabilidad”. Esa estabilidad no está garantizada, y eso es lo que le han querido demostrar desde la oposición.
Un desencuentro que, en el caso de Ciudadanos, se suma a las discrepancias en Murcia, donde el partido de Albert Rivera exige la dimisión de su presidente, investigado en un supuesto caso de corrupción. Para el PP, Ciudadanos quiere hacer valer sus votos y cobrarse una pieza que poder entregar a sus votantes, pero no está dispuesto a darles ese triunfo. Juega con que los demás partidos, Ciudadanos, PSOE y Podemos, serán incapaces de ponerse de acuerdo para construir un gobierno alternativo, y esperan que todo siga igual sin hacer nada.
Pero al PP y al Gobierno el caso de Murcia, con lo que es, les parece una broma comparado con el revés que supone no haber podido convalidar el decreto ley de la estiba. Y eso que algunos en el Ejecutivo quieren ser más comprensivos con Ciudadanos y creen que todo se debe a que, al saber que el decreto no iba a salir adelante, por el no del PSOE, no querían mojarse votando a favor.
De todas formas, reconocen la trascendencia de lo ocurrido: “Hemos asistido a un hecho de enorme gravedad política”, subrayaban ayer fuentes del Ejecutivo, que se mostraban convencidas de que “se ha pretendido derrotar al Gobierno”, sin que a nadie le haya importado “ir contra el interés general de los españoles”. Reconocían también en el Gobierno que con lo ocurrido en el Congreso “se ha enviado un pésimo mensaje a Europa”. Sin embargo, la Moncloa no hace autocrítica y echa toda la culpa a la oposición: “Hemos cumplido, pero la oposición ha demostrado preocupante falta de responsabilidad”.
La oposición, sin embargo, no se achanta ante la responsabilidad que el Gobierno quiere hacer recaer en ellos, y recuerda al Ejecutivo que es el que tiene que convencer a los grupos de que apoyen sus medidas, tras negociarlas, y que la oposición no está obligada, porque sí, a repaldar, sin más, lo que el Gobierno y el PP plantean en el Congreso.
Cs y CC reprochan al Ejecutivo prepotencia, ausencia de diálogo y falta de negociación “Se pretendió derrotar al Gobierno, pero sale derrotado el interés de los españoles”