El paquete bomba recibido en la sede del FMI en París llevaba sello griego
Una hora antes del ataque contra el liceo de Grasse, que sembró la alarma en aquella ciudad provenzal, un paquete bomba estallaba al filo del mediodía en la sede parisina del Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente, François Hollande, calificó el hecho como “atentado”, mientras la policía apunta a un grupo anarquista griego, que el miércoles envió un paquete semejante al Ministerio de Finanzas alemán en Berlín.
En los restos del paquete detonado en París se han encontrado fragmentos de sellos de correos griegos.
La ayudante de dirección que abrió el paquete, sin sospechar la trampa, resultó levemente herida en el rostro y las manos por el explosivo, calificado de “artesanal” y “pirotécnico” por el prefecto de policía de París, Michel Cadot. En el momento de la explosión en el despacho se encontraban tres personas, dos de las cuales resultaron indemnes. El lugar apenas resultó afectado, pero el edificio, situado en la avenida de Iena, cerca del Arco de Triunfo, fue completamente desalojado por la policía.
“Estamos ante un nuevo atentado, no hay otra palabra para describir un paquete bomba”, dijo Hollande. La directora-gerente del FMI, la francesa Christine Lagarde, se refirió desde su sede en Frankfurt a los hechos como “un cobarde acto de violencia”.
“Parece haberse tratado de un gran petardo o un artefacto pirotécnico, nada que ver con una bomba”, dijo Cadot. Se ha abierto una investigación por terrorismo.
La policía griega relaciona estos envíos con un grupo anarquista griego conocido como Conspiración de las Células de Fuego. Las acciones de este grupo llevan por nombre Némesis, la diosa griega de la justicia retributiva, según la cual al delito corresponde una pena proporcional.
Según informes policiales griegos, el grupo se creó hace ocho años en respuesta a la política impuesta a la población griega por la Unión Europea. Su contexto actual serían las negociaciones en curso sobre la deuda griega.
A diferencia del ayer recibido en París, el paquete enviado a la oficina berlinesa del ministro alemán Wolfgang Schäuble fue detectado por el sistema de seguridad. Su falso remitente era un diputado de la derecha griega.
Este paquete explosivo, así como el ataque registrado en el liceo técnico de Grasse, indujo a François Hollande a desestimar ayer cualquier posibilidad de derogación del estado de emergencia decretado en Francia desde los grandes atentados yihadistas de noviembre del 2015.
“Este estado de emergencia deberá ser prolongado hasta el 15 de julio”, dijo Hollande, contradiciendo una declaración de la víspera de su ministro de Justicia, quien dijo que ya se daban las condiciones para cancelar esta legislación especial. “Será el nuevo presidente quien deberá valorar (el 15 de julio) si corresponde o no mantenerlo”, dijo François Hollande.
Una secretaria resulta herida leve en rostro y manos al abrir la trampa, cargada con un explosivo artesanal