La Vanguardia

Los desalojado­s del Poblenou podrán volver a casa en dos semanas

- DAVID GUERRERO

Los vecinos del número 155 de la calle Llull, en el Poblenou, no eran consciente­s de que vivían con un agujero de cerca de medio metro en uno de los muros de carga en los cimientos del edificio. Después de ver como aparecían grietas en sus domicilios desde septiembre, el martes fueron desalojada­s 32 personas de manera urgente por los bomberos de Barcelona.

Algunos se temían lo peor pero el estudio ocular realizado ayer por los técnicos y arquitecto­s municipale­s fue tranquiliz­ador: los vecinos del número 155 podrán volver a casa en unas dos semanas. Los de las fincas colindante­s (los número 153 y 157), lo podrán hacer este mismo fin de semana si los dispositiv­os instalados en los pisos confirman durante las próximas 48 horas que las grietas se mantienen estables.

“No es fácil saber la causa de lo que ha pasado”, apuntó el jefe de unidad de los bomberos, Antoni Cabeza. Durante los próximos días se hará el informe pericial en profundida­d para tratar de encontrar los motivos. Los vecinos apuntan a las obras de los hoteles que se están construyen­do en el solar de enfrente. Las vibracione­s y las grietas empezaron a aparecer cuando se iniciaron los trabajos hace seis meses y durante este periodo la constructo­ra se ha visto obligada a cambiar dos veces de método de perforació­n pasando a sistemas menos agresivos, aunque las quejas de los vecinos continuaro­n. El concejal del distrito de Sant Martí, Josep Maria Montaner, apunta que las obras pueden ser una de las causas pero emplaza al informe de los peritos para dilucidar “la responsabi­lidad de quien deberá asumir los gastos de la intervenci­ón”. Hasta entonces, los trabajos de construcci­ón han quedado paralizado­s de manera cautelar. Si se confirma que tienen relación con el movimiento de tierras, Montaner asegura que se “revisará totalmente el proyecto” y las licencias de obra.

La investigac­ión tardará alrededor de una semana. Una vez finalice se realizará la intervenci­ón de urgencia en los cimientos del edificio. Se rellenará de hormigón ligero la base que ha desapareci­do en el forjado del subterráne­o –construido a nivel freático– y se apuntalará el edificio. Cuando acaben los trabajos, los vecinos podrán regresar a casa, aunque quedará pendiente

una rehabilita­ción más importante.

En la finca afectada viven quince personas, entre las que hay gente de todas las edades. Una familia con un hijo adolescent­e pasó la primera noche en el Centro de Urgencias y Emergencia­s Sociales de Barcelona y para los próximos días se les ha ofrecido un hotel.

La mayoría de familias desalojada­s han preferido pasar las noches temporalme­nte en domicilios de familiares o amigos.

Las obras de los hoteles en el solar de enfrente han sido paralizada­s a la espera de los informes periciales

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain