David Solanes
DIR. GRAL. DE LABORATORIOS ERN
Laboratorios ERN, fabricante del popular Apiretal, ha internacionalizado su actividad gracias a los nuevos usos del antibiótico Fosfocina. La firma dirigida por David Solanes es un grupo familiar que ahora cumple 75 años.
Laboratorios ERN celebra este año el 75.º aniversario de su fundación a lo grande: ultimando el lanzamiento de la Fosfocina inyectable en Estados Unidos, a través de la licencia del medicamento a una empresa local. La firma está presente en los botiquines de la mayoría de los hogares con niños pequeños con su popular Apiretal (un paracetamol formulado para tener un gusto agradable para los más pequeños), pero la fosfomicina sódica inyectable, un viejo antibiótico que compraron en el 2002, ha dado un vuelco a la compañía. “Desde el 2008 tenemos una gran demanda de este medicamento, que originariamente se administraba por vía oral para la cistitis y ahora se usa en los hospitales para tratar a pacientes con resistencia a los antibióticos más usuales” explica David Solanes, director general de la firma, que está lanzando la Fosfocina en Estados Unidos con ayuda de la FDA y la vende ya en la mayoría de los países europeos, así como en buena parte de Sudamérica y, su último hito, en Vietnam. El proyecto americano, que prevé llevar al mercado la Fosfocina en el 2019, supone una inversión de 40 millones de euros, de los que su socio americano asume la mayor parte.
ERN, explica Solanes, es un laboratorio que nació de la fusión de 12 pequeños laboratorios familiares en 1942 y que ahora tiene cerca de 50 accionistas, hijos y nietos de los fundadores. Solanes, nieto del primer ejecutivo del grupo, reconoce que la gestión de los intereses de socios tan diversos, trabajadores o rentistas, “obliga a la empresa a ser rentable y muy prudente”. Así, ERN factura 50 millones de euros (de los que 5 son ya la Fosfocina), con un beneficio operativo o ebitda de 10,5 millones, y reparte entre el 30% y el 50% de su beneficio en dividendo. “Los accionistas siempre han confiado en capitalizar la empresa para que siga creciendo”. ERN lo hace principalmente comprando medicamentos: 30 marcas desde 1997, que suponen ahora el 45% de la facturación de la empresa. “Compramos marcas que las empresas consideran que no son rentables, las recuperamos y modernizamos, ajustando los costes, para mantenerlos en el mercado”, explica. Así compró la Fosfocina, un medicamento casi en desuso, al que las crecientes resistencias a los antibióticos han dado una nueva oportunidad. También se focaliza en la innovación para desarrollar formulaciones de medicamentos de sabor agradable para los niños. “Somos la empresa líder en pediatría”, y destaca, junto al Apiretal el Metalgial, otro popular analgésico.
ERN celebra su 75.º aniversario con 198 trabajadores y de mudanza, desde su sede tradicional a unas nuevas oficinas en la calle Perú. “Estamos muy orgullosos de haber llegado hasta aquí”, señala Solanes.
La firma, líder en pediatría, factura 50 millones de euros, de los que 5 son ya de la Fosfocina inyectable