Innovación e inversión en el transporte público
BARCELONA
El Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) cuenta con una red de transporte público densa y multimodal con una elevada calidad de servicio. A pesar de la política de precios favorable a los usuarios, en los últimos años, el peso de las subvenciones respecto a los ingresos no ha sobrepasado (o apenas) el límite del 50 por ciento. El esfuerzo conjunto del Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat y del AMB permitió compensar el descenso de financiación del gobierno a partir del 2010 y ofrecer servicio a un 20 por ciento más de usuarios. Sin embargo, este equilibrio también se obtuvo con la disminución de inversiones, que se retomaron tímidamente el pasado año, con una previsión de 87 millones de euros, insuficiente para seguir innovando.
MONTREAL
El área metropolitana de Montreal, a pesar de tener una superficie cinco veces mayor que el AMB y un número similar de habitantes, ofrece una cobertura de transportes un tercio inferior, sin que las difíciles condiciones climatológicas y los riesgos que conllevan para los conductores hayan implicado una política de transporte público más voluntarista. El verdadero impulso proviene de la voluntad de potenciar Montreal como metrópolis con un plan de inversión en tres años de 1.700 millones de euros. Si bien una parte de esta inversión se está dedicando a recuperar el retraso, el plan estratégico se centra en objetivos de bienestar y respeto del medio ambiente. Así, por ejemplo, el transporte adaptado a personas con movilidad reducida absorbe una inversión anual de unos 60 millones de euros.
‘TO DO’...
Barcelona no puede dormirse en los laureles basándose es su buen nivel de cobertura y servicio. Conciliar el crecimiento económico y las preocupaciones medioambientales en coherencia con el Pla de Mobilitat, sin olvidar la equidad entre ciudadanos (salarios modestos, personas mayores), pasa por una mejora del transporte público. Barcelona y su área metropolitana se han convertido en una de las capitales europeas de la innovación. ¿Por qué no aprovechar el talento para que las mejoras sean económicamente viables y el transporte público atraiga a nuevos usuarios?: gestión inteligente de semáforos para que el tranvía seduzca a los automovilistas, cobertura del trayecto domicilio-transporte público (cooperación con taxis o Uber), contribución al medio ambiente (buses eléctricos, carga inalámbrica por el asfalto), etcétera.
EL PESO DE LAS SUBVENCIONES RESPECTO A LOS INGRESOS NO SOBREPASA EL 50% HAY UN PLAN DE INVERSIÓN EN TRES AÑOS DE 1.700 MILLONES DE EUROS LA EQUIDAD DE CIUDADANOS PASA POR MEJORAR EL TRANSPORTE PÚBLICO