El opositor ruso envenenado dos veces no se rinde
Todavía se recupera del segundo envenenamiento fallido, que sufrió hace seis semanas y que le volvió a dejar al borde de la muerte, como en el 2015, pero el opositor ruso Vladímir Kara-Murza no va a tirar la toalla. Aunque quizás no tenga tanta suerte si vuelven a atentar contra su vida. “Los médicos dicen que, si hay una tercera vez, será la última. No sobreviviré de nuevo”, aseguró el dirigente de Rusia Abierta, en una entrevista publicada el domingo por The Independent. KaraMurza reside entre Rusia y su casa a las afueras de Washington, donde ahora se recupera, y desde donde habló por teléfono con el diario británico.
Correligionario del asesinado opositor Borís Nemtsov y del exiliado multimillonario Mijaíl Jodorkovski, Kara-Murza, de 35 años, cayó gravemente enfermo el 2 de febrero, cuando viajaba por Rusia mostrando un documental sobre Nemtsov. Fue ingresado en un hospital de Moscú con una “intoxicación aguda con una sustancia indeterminada”. Los síntomas eran muy similares a los del envenenamiento sufrido en mayo del 2015. Estuvo en coma en ambos casos, pero sobrevivió. Las autoridades rusas abrieron una investigación. Pero el afectado atribuye los ataques a sus actividades políticas contra Putin.
“Lo que me salvó en ambas ocasiones fue que estaba con gente, porque ocurrió tan rápido que no hubiera podido ni avisar a una ambulancia”, aseguró en la citada entrevista, en la que asegura que desconoce cómo le envenenaron. “Cuando estoy en Rusia tengo muchas reuniones a diario, en cafés, en restaurantes, puede haber sido cualquiera”, aseguró.
Sí tiene claro que, tratándose de “una toxina sofisticada que no deja rastro”, los autores del envenenamiento deben estar relacionados con los servicios secretos rusos. “No sé si lo ha ordenado Putin, pero sé que la causa es política”, añadió.
“Cuando estoy en Rusia tengo muchas reuniones, pudo ser cualquiera”, dice Vladímir Kara-Murza