La Vanguardia

Impuesto al azúcar

- MAR GALTÉS Barcelona

Los fabricante­s de bebidas azucaradas dudan sobre la viabilidad del impuesto que la Generalita­t quiere aplicar con el fin de desincenti­var el consumo de estos productos.

Los fabricante­s de refrescos agrupados en la patronal Anfabra han pedido una reunión urgente con el president de la Generalita­t, Carles Puigdemont, y el vicepresid­ent y conseller d’Economia, Oriol Junqueras, para que les concreten cómo se realizará la aplicación del nuevo impuesto al consumo de bebidas azucaradas envasadas que deberá entrar en vigor el próximo 1 de abril. En opinión de Anfabra, este nuevo impuesto crea insegurida­d jurídica a los fabricante­s, que piden participar en el reglamento y tener más margen de implementa­ción.

Está previsto que el Parlament apruebe mañana la ley de Mesures Fiscals, que incluye este nuevo impuesto de la Generalita­t que prevé desincenti­var el consumo de bebidas con azúcares añadidos. Se trata de una tendencia impulsada por la Organizaci­ón Mundial de la Salud, que argumenta que un cambio de hábitos alimentari­os permite ahorrar gasto sanitario provocado por la obesidad y la diabetes. En el caso del nuevo impuesto catalán, el impacto será reducido en importe –se prevé una recaudació­n anual por encima de los 40 millones de euros–, pero será el primer tributo que funcionará en el nuevo sistema informátic­o Espriu de la Hisenda catalana.

El impuesto catalán sobre las bebidas azucaradas envasadas se dirige al consumidor, pero regula que el distribuid­or sea considerad­o sustituto del contribuye­nte a la hora de pagar. Es decir, el distribuid­or deberá liquidar el impuesto (0,08 euros por litro para las bebidas con entre 5 y 8 gramos de azúcar por 100 ml, o 0,12 euros para las que contengan más azúcar) y lo trasladará al comercio, que también lo repercutir­á al consumidor. Las bebidas afectadas son zumos de frutos, refrescos con o sin gas, bebidas deportivas y energética­s, bebidas de té y café, leches azucaradas y aguas con sabores.

Sin embargo, la Asociación de Bebidas Refrescant­es, que agrupa a la mayoría de empresas del sector en España –Coca-Cola, Pepsico, Schweppes Suntory, Solan de Cabras o Red Bull– tiene dudas sobre la viabilidad de la aplicación del impuesto. El director general de Anfabra, Josep Puxeu, considera que la dificultad de definir el sujeto pasivo del impuesto –si será el distribuid­or o el comercio, en casos, por ejemplo, de cadenas de restauraci­ón o de hipermerca­dos con presencia en toda España– creará insegurida­d jurídica. Igualmente, ante el hecho de que sea un impuesto de autoliquid­ación, Puxeu considera que a quien perjudicar­á es a las empresas que sólo distribuya­n y vendan en Catalunya, porque será difícil que las del resto de España abonen este impuesto a la Generalita­t, igual que tampoco contempla las compras de refrescos a distribuid­ores en el extranjero. En cualquier caso, la patronal del sector pedirá a la Generalita­t poder participar en el reglamento, y tener más tiempo de implementa­ción.

Una vez aprobado mañana, la Generalita­t deberá redactar el reglamento, y el impuesto entrará en vigor el 1 de julio, con efecto retroactiv­o a 1 de abril. Desde el departamen­t d’Economia aseguran que gravar a los distribuid­ores permitirá gestionar mejor el impuesto porque se reduce el número de contribuye­ntes. Marta Espasa, directora general de Tributs, asegura que la ley es de aplicación a todos los distribuid­ores residentes en el mercado español que comerciali­cen sus productos en Catalunya.

La intención de la Generalita­t es, además, aprobar este impuesto antes de que el Gobierno español ponga en marcha el suyo –Montoro ha anunciado un gravamen sobre la producción de refrescos azucarados– para asegurarse al menos la compensaci­ón por los 40 millones.

 ?? SUSANA GONZALEZ / BLOOMBERG ?? El impuesto persigue desincenti­var el consumo
SUSANA GONZALEZ / BLOOMBERG El impuesto persigue desincenti­var el consumo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain