Puigdemont reivindica los valores de Tarradellas para la Catalunya actual
El president pide poder pronunciar una conferencia en el Senado sobre el referéndum
CUALIDADES El mandatario recuerda la persistencia, el coraje y la flexibilidad del expresident SENTIDO DE ESTADO El jefe del Govern reclama a Rajoy que esté preparado para la “alta política”
Las cualidades de Josep Tarradellas pueden ser, según Carles Puigdemont, muy útiles en el momento político que vive Catalunya. Unas cualidades y valores que el actual presidente de la Generalitat reivindicó ayer en el acto de apertura de la conmemoración del 40.º aniversario del retorno de su predecesor en el cargo y que resumió en “el elevado sentido de la política, la nobleza política, la persistencia en la búsqueda de soluciones, el coraje ante las adversidades y la flexibilidad a la hora de negociar”.
Estas son, según el actual inquilino del palacio de la plaza de Sant Jaume de Barcelona, la cualidades necesarias en “momentos de grandes decisiones” y las que hacen posible, “si en la otra parte hay las mismas condiciones”, que se produzca una “verdadera operación de Estado” como la que representó el regreso de Josep Tarradellas a Catalunya y el restablecimiento de la Generalitat. Carles Puigdemont no se refirió explícitamente a las relaciones que mantienen en estos momentos los gobiernos catalán y español a raíz del proceso independentista, pero no hacía falta que lo hiciera para que quedara claro que sus palabras suponían una contraposición entre la actitud de uno y otro y escondían una velada crítica al talante del gabinete de Mariano Rajoy.
El presidente de la Generalitat reivindicó también, en este escenario, el “sentido de Estado” de su antecesor y, recogiendo su testimonio, remarcó que la generación política catalana actual está preparada para asumir la misma “capacidad de sacrificio” y para adoptar decisiones de “alta política” favotoda rables a Cataluña como hizo Josep Tarradellas, porque “llevamos cuatro décadas en el ejercicio de la política y la negociación y podemos comenzar a decir de qué manera y cómo valoramos los grandes momentos de la alta política”. “Si ellos –en referencia al expresidente de la Generalitat y sus contemporáneos– encontraron sentido en momentos oscuros, cómo no tenemos que encontrar sentido nosotros a los esfuerzos y sacrificios en momentos más luminosos”, remachó Carles Puigdemont, que destacó igualmente que “sin la mentalidad de Estado habría abandonado esperanza”. La figura de Josep Tarradellas ha resultado controvertida políticamente y ha sido reivindicada, históricamente, desde sectores políticos muy diversos e incluso contrapuestos, y ante ello el actual presidente de la Generalitat apostó por “reivindicar la unidad del corpus de su acción política, no exenta de dificultades y polémicas”, pero que a su juicio sólo tiene sentido “como un todo” y “no a conveniencia”.
En el acto de homenaje, celebrado en el salón de Sant Jordi del Palau de la Generalitat y al que asistieron el resto de expresidentes –Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla y Artur Mas–, Jaume Sobrequés y Josep Maria Bricall recordaron, por su parte, que con el retorno de Josep Tarradellas se restableció el autogobierno de Catalunya de forma previa a la Constitución.
En cualquier caso, en este contexto en el que el Govern está presionando al gabinete del PP para que negocie la celebración del referéndum en Catalunya, ayer se conoció un detalle más y no menor. Carles Puigdemont envió el pasado día 9 una carta al presidente del Senado, Pío García-Escudero, en la que le solicitaba la cesión del antiguo salón de sesiones para poder pronunciar, el próximo 24 de abril, una conferencia sobre la consulta que llevaría por título precisamente “El referéndum catalán”. La intención es reproducir la conferencia pronunciada el 24 de enero en el Parlamento Europeo, en Bruselas, y el presidente de la Generalitat argumenta en la misiva que no se le acude “un mejor escenario para pronunciar la conferencia teniendo en cuenta la función de representación de la cámara territorial y el necesario diálogo que debe presidir la acción política”. La carta no ha tenido respuesta hasta ahora.