Autor de la Cosa del Pantano
Bernie Wrightson fue uno de los maestros del cómic de terror. Su obra es ingente y abarca todo tipo de personajes, desde los propios hasta las adaptaciones de clásicos. Trabajó en las principales editoriales y maestros del género, como Stephen King, llamaron a su puerta. Pero sin duda, por encima de todo, Wrightson quedará en la historia del cómic como el creador de un personaje, la Cosa del Pantano.
La idea surgió como una idea puntual. En un encuentro con el editor y guionista Len Wein, los dos jóvenes empezaron a trabajar la idea de sublimar sus desengaños amorosos en un personaje vengativo. En 1971 la historia, de ocho páginas, se publicó en la revista House of secrets, una cabecera dedicada al terror de la todopoderosa editorial DC Comics. El personaje era un científico al que un colega intenta asesinar para quedarse con su mujer. Aquel número fue un éxito de ventas. Wrightson y Wein tenían una gallina de los huevos de oro, que continuó dando sus frutos en los años siguientes.
De hecho, la Cosa del Pantano ha acabado siendo uno de los principales personajes de DC Comics. Wrightson trabajó en él en una decena de historias más, en las que el personaje pasó de la época decimonónica a la actual. Luego incluso se llegó a hacer una película –dirigida por Wes Craven en 1982– y una serie de televisión. Sin embargo, para entonces su creador se había desentendido y el personaje fue cayendo en una lenta pero incesante decadencia hasta que Len Wein contactó con otro genio del cómic, Alan Moore, y lo recuperó. Pero esa es otra historia.
Wrightson siempre supo que se iba a dedicar al cómic de terror gótico. Era un voraz lector de las publicaciones de EC, una editorial que en su época de esplendor, en los años cuarenta y cincuenta, bebía de historias de guerra y relatos de misterio. Tras hacer un curso de dibujo por correspondencia, en 1966 Wrightson empezó a colaborar en el diario de su Baltimore natal. En dos años tenía una carpeta de relatos digna con la que llamó a las puertas de DC Comics.
Su primera obra se publicó en 1969 en un número de House of
Mystery. Se labró un nombre que le permitió seguir trabajando en los años siguientes para las cabeceras tanto de DC como de su principal competidor, Marvel. En España, Planeta editó recientemente un excelente recopilatorio con las historias que hizo en aquella época en la revista Creepy.
Tras el éxito de la Cosa del Pantano, en 1974 dejó definitivamente DC para buscar vías menos comerciales pero más acordes con la obra que le interesaba. Empezó a colaborar con la editorial Warren, que publicaba cómics muy oscuros. Allí compaginó obras propias y relatos de H.P. Lovecraft y de Edward Allan Poe. Se convirtió en un maestro en la ilustración del relato de terror gótico. Creó una serie de 50 dibujos para una versión de Frankestein, que Wrightson consideraba una de sus obras más personales y queridas.
A finales de los setenta amplió su abanico de posibilidades. Además de cómics también empezó a colaborar en otros ámbitos. Creó portadas de discos para varios grupos, aunque sin duda las más famosas son las que hizo para los primeros míticos álbumes de Meat Loaf. También entró de lleno en el mundo del cine. Concibió uno de los episodios de Heavy metal (1981), una de las primeros títulos que aproximó el estilo del cómic a la pantalla grande. Stephen King le pidió que hiciera el cartel promocional y la adaptación al cómic de Creepshow (1981), la película que había hecho con George A. Romero. También trabajó en Los cazafantasmas (1984), Spiderman (2002) o La
niebla (2007), otra vez sobre un guión de Stephen King.
Tras una larga batalla contra un cáncer cerebral, falleció el pasado domingo.