Sara Baras: música en los zapatos
Hace 19 años, el violonchelista ruso Mstislav Rostropóvich invitó a la bailaora y coreógrafa gaditana Sara Baras al Festival de Evian, que él dirigía. Ella actuaría de telonera en un concierto del maestro. La compañía de Baras tenía órdenes estrictas de no hacer ruido durante los ensayos del genio. Y, ay, uno de los días previos, durante una de sus propias sesiones de preparación dentro del camerino, ella y su gente oyeron con pavor cómo Rostropovich iba llamando de puerta en puerta en el pasillo preguntando por ella: “Ya la hemos liado con el zapateado”, pensó y dijo la mujer con horror. Entonces el profesor llamó a su puerta: ‘¿Puedo pasar?’, preguntó. Entró y, después de insistir a la flamenca en que repitiera el taconeo que él acababa de oír, le dijo: “Es increíble que a estas alturas de mi vida hoy haya descubierto un nuevo instrumento musical”. El maestro se refería obviamente a los zapatos de la bailaora, que respiró algo más que aliviada.
Sara Baras relataba ayer la anécdota, en entrevista con La Vanguardia, poco antes de presentar en el Festival de Cine Málaga el documental que lleva su nombre con el subtítulo Todas las voces. La película, dirigida por Pepe Andreu y Rafa Molés y que se verá en Movistar plus a partir del 28 de marzo, está rodada durante la gira mundial de la artista con su espectáculo Voces (tributo a Paco de Lucía, Antonio Gades, Camarón, Enrique Morente, Carmen Amaya y Moraíto). El filme permite conocer a fondo la personalidad, claves artísticas y trabajo de Baras .
“Me siento músico”, declara la bailaora en el documental y repetía ayer a este diario. Y sí, ella crea con sus zapatos mucho más que una percusión; crea melodía. Lo hace “sin aporrear la madera, sino como me decía mi abuelo pianista que había que hacer con las teclas, acariciándolo”, explica. /