Dijsselbloem se aferra a la presidencia del Eurogrupo
Guindos afirma que “en principio” no es candidato a sucederle
Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, no ve inconveniente en mantenerse en el puesto aunque no sea ministro de Finanzas de Holanda en el próximo gobierno. “No fueron los votantes holandeses los que me eligieron (presidente del Eurogrupo) sino los ministros”, declaró ayer en Bruselas. Su continuidad en el puesto está en el aire a raíz de las elecciones de la semana pasada en los Países Bajos, lo que abre la puerta a que otros ministros le disputen el puesto.
Su partido –el PvdA, laboristas– sufrió una severa derrota en las legislativas de la semana pasada (pasó de 38 a nueve escaños) y en principio no formará parte de la próxima coalición de gobierno. “Mientras sea ministro de Finanzas, no hay ninguna necesidad de decir adiós” a la presidencia del Eurogrupo, insistió Dijsselbloem. Las negociaciones para formar gobierno en su país se prolongarán meses, recordó. Y, “si hay algún hueco” entre el final de su mandato como ministro y el final de su mandato como presidente del Eurogrupo (1 de enero del 2018) corresponderá a los ministros europeos decidir si debe haber algún cambio, dijo, dando a entender que no considera renunciar al puesto.
Las reglas sobre quién puede ostentar la presidencia del Eurogrupo no son claras y han sido modificadas para permitir que el presidente termine su mandato aunque ya no sea ministro en su país de origen, en aras de la estabilidad. “No hay nada” en las normas europeas que obligue a que el presidente del Eurogrupo sea un ministro, dijo ayer Dijsselbloem en una entrevista con el diario alemán Die Welt.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, que en julio del 2015 disputó sin éxito el puesto al holandés, dijo que corresponde al afectado mover ficha. “El señor Dijsselbloem tendrá que tomar las decisiones que considere convenientes y el resto de miembros del Eurogrupo lo valoraremos”, dijo a
su llegada a Bruselas. “Estoy convencido de que el señor Dijsselbloem y todos los demás aplicaremos el sentido común”, dijo.
“En principio, yo no soy candidato de nada”, añadió Guindos, deslizando de paso una crítica a estas normas, que considera “un poquito evanescentes”. El dominio conservador en la cúpula de la Unión Europea juega en contra de su hipotética candidatura a la presidencia del Eurogrupo. Con la elección de Antonio Tajani como presidente del Eurogrupo, la también italiana Fe- derica Mogherini, alta representante de Política Exterior europea, es actualmente la única socialista en un puesto de responsabilidad en las instituciones comunitarias. Francia, todavía gobernada por la izquierda, evitó reclamar el puesto ayer. Dijsselbloem “es un muy buen presidente del Eurogrupo”, dijo el francés Michel Sapin, que dio a entender que no es el momento de hablar del tema. “Creo que será presidente en la siguiente reunión del Eurogrupo también”, dijo Sapin.
A pesar de la insistencia de Dijsselbloem de que ahora mismo no hay ningún problema y que no es el momento de tomar ninguna decisión, el asunto estuvo en boca de todos los ministros ayer en Bruselas. El titular alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, se limitó a comentar que Dijsselbloem es “un excelente presidente”. El gobierno alemán no tiene ningún interés en lanzar ahora mismo la discusión. La continuidad del holandés, sin cartera de ministro, sentaría un precedente a la idea de contar con una presidencia permanente de la institución, posibilidad que nunca ha entusiasmado a Berlín y sobre la que ahora mismo no quiere pronunciarse. Otro argumento para no abrir ahora mismo la discusión sobre el relevo de Dijsselbloem es su deseo de no debilitarlo en el momento actual del rescate de Grecia ya que en los meses deben tomarse decisiones clave sobre el programa.
En declaraciones a Die Welt, Dijsselbloem propuso fortalecer la gobernanza de la zona euro, como la creación de un Fondo Monetario Europeo y se mostró a favor de convertir en permanente el puesto de presidente del Eugrupo, una opción que beneficiaría sus posibilidades de mantenerse en el puesto pero que no se resolverá en los próximos meses. “A veces es difícil” compaginar el trabajo con el de ministro nacional, dice.
“Seguro que el señor Dijsselbloem y todos los demás aplicaremos el sentido común”